Brooke Shields sale a flote en Netflix
La ‘novia de América’ renace tras ser defenestrada durante décadas en Hollywood y haberse sobrepuesto a una infancia marcada por la explotación
En la semana en la que toda la atención cinematográfica está puesta en el festival de Cannes, la mirada del espectador común recae en el fenómeno más inesperado de Hollywood, el primer éxito cinematográfico en más de 25 años de Brooke Shields, que triunfa gracias a La madre de la novia, comedia romántica que bate récords de reproducciones en Netflix. Paradigma de juguete roto de la meca del cine y ejemplo a su vez de resiliencia y supervivencia tras décadas de sinsabores personales y profesionales, la actriz y modelo neoyorquina, de 58 años, resucita alzada por un público que no olvida a la adolescente que cautivó a una generación. “Estamos increíblemente agradecidos de que améis tanto esta película”, afirmaba en sus redes.
Con 26 millones de visionados en apenas siete días, La madre de la novia es el nuevo éxito de la plataforma, que refuerza su apuesta por la nostalgia. Esta comedia romántica, vapuleada por los críticos —“Te dan ganas de meterte en el océano con tal de no seguir escuchando los diálogos”, escribió uno de ellos—, ha conquistado al público. Y Shields aplaude que una mujer madura sea la protagonista y ejerza de interés romántico del filme. “Tenemos que celebrar a las mujeres en este tramo de edad. Espero que inspire a muchas a saber que este periodo de sus vidas no es el principio del fin, sino una oportunidad para volver a empezar”, declaró a principios de mayo en la revista Parade.
Ella es el mejor ejemplo de esa oportunidad para escribir una nueva página vital. Tildaba de “milagro” haber sobrevivido a una carrera que empezó con un anuncio de jabones a los 11 meses de edad. Con su madre Teri como manager, una modelo divorciada y adicta a la bebida que vio en su hija la solución a sus problemas financieros, la pequeña fue explotada e hipersexualizada hasta el punto de aparecer desnuda en unas fotos artísticas en Playboy cuando tenía solo 10 años. En 1980 su popularidad se disparó con El lago azul, donde aparecía prácticamente desnuda la mayor parte del metraje. “En ella ven tanto la inocencia como a
la niña sexi. Es la fruta prohibida, el todo en uno, y es muy apetitosa”, corroboraba su madre.
Shields se convirtió en un icono cultural, en el epítome de la feminidad. Fue la más joven en copar la portada de la edición estadounidense de Vogue, la revista Time la eligió como rostro de la moda de los ochenta en uno de sus números, y con 15 años conmocionó a EE UU con un anuncio
de vaqueros de Calvin Klein, censurado en varias cadenas de televisión por sus insinuaciones eróticas. Según la prensa de entonces, ganaba 10.000 dólares al día.
Su popularidad mediática y su amistad con Michael Jackson o George Michael la erigieron en jovencísima novia de América. Pero en la cúspide, al alcanzar la mayoría de edad, decidió parar y congeló su carrera para graduarse con honores en Lenguas Romances en la prestigiosa Universidad de Princeton. Hollywood no le perdonaría el hiato.
“Cuando terminé, asumí que volvería a rodar una película al año. Pensaba: ‘Soy inteligente, les encantará una actriz inteligente’. Pero, al regresar, no podía encontrar papeles”, reflexionó la neoyorquina en una entrevista. El año pasado, desveló por primera vez que, tras cenar con un productor cinematográfico, este la violó en su habitación de hotel. “No peleé mucho. Me quedé congelada. Un no habría sido suficiente, pero solo pensé: ‘Mantente con vida y después te marchas”, recordó la artista, que entonces había cumplido 20 años. Después, recuperó un tanto su popularidad con su breve matrimonio con el tenista Andre Agassi.
Shields llevaba fuera del radar de Hollywood desde entonces. Pero desde el lanzamiento el pasado año del documental sobre su vida, Brooke Shields: la mujer más bella, ha regresado y este verano lanzará su marca, Commence, una línea de productos para el cabello dirigida a las mujeres mayores de 40 años. Ahora, cuenta con más de dos millones de seguidores en Instagram y acompaña los inicios como modelo de su hija Grier, de 19 años, la más pequeña de sus dos retoños junto al productor y guionista Chris Henchy, con quien se casó en 2001. Juntas ya han trabajado para firmas como Tommy Hilfiger y Victoria’s Secret.