Localizado un brazo extinto del Nilo que explica la ubicación de las pirámides de Egipto
La antigua rama del río fluía por la zona donde se hallan estas construcciones y que hoy es pleno desierto
mayoría de las pirámides del antiguo Egipto se agrupan en una estrecha franja de desierto que se extiende a lo largo de la falda de la meseta del desierto occidental del país. Se da por sentado que estas monumentales estructuras se construyeron cerca de vías fluviales que facilitaron el transporte de los materiales de construcción y la mano de obra. Pero hoy el Nilo, que es el único río que riega esta inhóspita tierra, fluye a kilómetros de distancia. Y sus antiguos brazos, incluido el que debería explicar la concentración de pirámides en una franja que ahora se encuentra en pleno desierto, continúan sin conocerse bien del todo.
Un equipo de investigadores de diversos países ha identificado recientemente segmentos de un importante brazo extinto del Nilo —al que han bautizado como el Brazo de las Pirámides— que atraviesa precisamente la zona. Gracias a imágenes de radar por satélite, perforaciones profundas del suelo y análisis geofísicos, el grupo ha estudiado esa parte del valle del Nilo. Y tras una investigación exhaustiva, publicada por Nature la semana pasada, sostienen que este brazo fluvial fue fundamental para la construcción de las icónicas estructuras egipcias.
“El hallazgo de este antiguo brazo, cerca del emplazamiento de las pirámides, indica que efectivamente desempeñó un papel clave en el transporte de los enormes materiales de construcción y de los obreros necesarios para su levantamiento”, apunta Mahfooz Hafez, uno de los miembros del equipo y del Instituto Nacional de Investigación en Astronomía y Geofísica de Egipto. Para Hazef, el brazo era parte de una “superautopista de transporte fluvial”.
El estudio señala que hace unos 12.000 años, durante el llamado período húmedo africano, el árido desierto del Sáhara se convirtió en un entorno parecido a la sabana, con amplios sistemas fluviales, debido a un aumento global del nivel del mar. Entonces, el Nilo contaba con brazos secundarios que discurrían por su llaLa nura aluvial, y la vida humana aún no se concentraba en su valle por los altos niveles de agua.
Esta fase húmeda de la región fue terminando de forma gradual hace alrededor de 5.500 años, lo que empujó cada vez a más personas a desplazarse hacia zonas elevadas ubicadas en los límites de la llanura aluvial del valle del Nilo, que todavía estaba bañada por varias serpenteantes ramificaciones del río. Durante aquella transición llegó el período del Reino Antiguo de Egipto, sobre el 2.600 antes de Cristo, que fue cuando se construyeron las primeras pirámides.
Puertos fluviales
Pero con el paso del tiempo, y la paulatina desertificación de la región, su curso central continuó desplazándose hacia su base y sus brazos secundarios se secaron. Por dónde fluían exactamente aquellas ramas del Nilo y qué aspecto presentaban sigue siendo en parte un enigma.
Mediante el análisis de imágenes de radar, los investigadores han podido identificar que el brazo de las pirámides se hallaba entre 2,5 y 10 kilómetros al oeste del curso moderno del Nilo. Tenía una profundidad de entre dos y ocho metros, una anchura de 200 a 700, y se extendía a lo largo de unos 64 kilómetros, bordeando una treintena de pirámides.
Las pirámides del antiguo Egipto se hallaban en complejos con otras estructuras, incluidos los templos relativamente alejado a orillas de un cuerpo de agua conectados con el resto mediante una calzada. El estudio señala que estos templos actuaban como puertos fluviales, y ha determinado que los cinco que han sobrevivido parcialmente se encuentran junto a la orilla de lo que fue el brazo fluvial de las pirámides y que todas las calzadas discurren perpendiculares a su curso. Los investigadores apuntan que el hallazgo podría ayudar a encontrar otros templos que permanecen enterrados. “Creemos que abrirá la puerta a la excavación a lo largo del brazo de las pirámides para descubrir más yacimientos arqueológicos y quizás conducir a un gran hallazgo en el futuro”, señala Hafez.