Turquía pide cárcel para dos periodistas por informar del desplome de la lira
Dos periodistas turcos de la agencia de noticias económicas Bloomberg, con sede en EE UU, se enfrentan a penas de cárcel de entre dos y cinco años por una información sobre el desplome de la lira turca del año pasado. Un tribunal de Estambul ha aceptado a trámite la investigación de la Fiscalía a instancias de la Agencia de Regulación y Supervisión Bancaria de Turquía, que les acusa de “minar la estabilidad de la economía turca” con “noticias falsas o engañosas”.
La acusación también se dirige contra otras 36 personas que comentaron o compartieron en redes sociales la noticia, del pasado 10 de agosto y que informaba de los problemas de algunos clientes a la hora de retirar dólares de las oficinas bancarias dado el incremento de la demanda de los turcos de convertir liras a divisas más fuertes. Que los ciudadanos de Turquía han convertido parte de sus ahorros a otras monedas no es, de hecho, ningún secreto: según los datos del propio Banco Central de Turquía, los depósitos en divisa extranjera, oro y otros metales suponen el 30% del total.
La nota de Bloomberg —firmada
por los dos imputados, Kerim Karakaya y Fercan Yalinkiliç, y por otro profesional que no ha sido procesado, Benjamin Harvey— también citaba el temor a que se impusiese un corralito, medida que el Gobierno turco siempre ha negado que tomaría.
Economistas de Turquía y otros países, así como el expresidente del Banco Central turco y ahora político opositor Durmus Yilmaz, han criticado la apertura del proceso, que se iniciará en septiembre, al argumentar que los periodistas se limitaron a reflejar unos hechos. También la Foreign Media Association (FMA), que representa a periodistas que trabajan en Turquía para medios de comunicación extranjeros, ha pedido que se retire la acusación.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, sostiene que la crisis en el país no tiene que ver con factores internos, sino que es un intento de “sabotaje” por parte de fuerzas externas para derribarlo. “Si Dios quiere, pronto acabaremos con los criminales económicos que tratan de dispararnos a los pies”, tuiteó el jueves.
La noticia de la imputación de los dos periodistas de Bloomberg llega en un momento en el que, según la Federación Europea de Periodistas, 157 trabajadores de los medios de comunicación están entre rejas. El pasado abril, un tribunal rechazó las apelaciones de 14 empleados de Cumhuriyet, uno de los diarios más antiguos de Turquía y opuesto al Gobierno de Erdogan, y confirmó las penas de hasta ocho años, si bien algunos evitarán volver a la cárcel por el tiempo pasado en prisión preventiva. Y el jueves entró Yavuz Selim Demirag, periodista de otro medio opositor que ha sido condenado a 11 meses de cárcel por “insultos al presidente”.
El pasado 10 de mayo, seis personas dieron una paliza a Demirag con puños, palos y patadas. Sin embargo, la Fiscalía decidió dejar en libertad a los agresores en espera de juicio pues la vida del periodista “no corre peligro”.
Durante las dos semanas posteriores al ataque, otros cuatro periodistas, todos ellos de medios críticos con el Gobierno, sufrieron agresiones físicas: Hakan Denizli, director de un periódico local de la provincia de Adana, recibió un disparo en una pierna. “Si ataques como los sufridos por Demirag y Özyol [otro informador apaleado] quedan sin castigo, ello tendrá un grave efecto en los periodistas del país y reforzará el clima de miedo que daña seriamente la credibilidad de Turquía como democracia”, denunciaron en una carta una veintena de organizaciones, entre ellas el Instituto Internacional de Prensa y el Comité de Protección de Periodistas.