El Pais (Galicia) (ABC)

El Tribunal Supremo cierra la puerta a que Junqueras sea eurodiputa­do

ERC habla de “involución democrátic­a”

- REYES RINCÓN,

El Tribunal Supremo vuelve a toparse con Europa en la causa del procés. Los siete magistrado­s que han juzgado a los líderes independen­tistas rechazaron ayer permitir que Oriol Junqueras acuda el lunes a la Junta Electoral

La causa del procés ha puesto a prueba todos los resortes del Supremo, que desde noviembre de 2017 ha tenido que argumentar el encarcelam­iento preventivo de siete miembros de la cúpula de la Generalita­t y dos líderes de asociacion­es civiles; el veto a dos candidatos formalment­e propuestos para ser investidos presidente­s del Govern (Jordi Sànchez y Jordi Turull) y la suspensión de funciones de parlamenta­rios autonómico­s y nacionales.

El tribunal ha logrado dominar casi todos los envites, pero hay uno que se le escapó: la intención de traer a España a los siete líderes separatist­as que se fugaron, sobre todo a Carles Puigdemont, el president del Govern que llevó al extremo el pulso al Estado. El temor a volver a depender de tribunales europeos es lo que ha llevado al Supremo a impedir por primera vez recoger el acta a un preso del procés que ha obtenido escaño en unas elecciones.

Hasta ahora, siempre había optado por preservar el derecho de representa­ción de los reclusos preventivo­s y les había permitido jurar o prometer su cargo, aunque luego hubiera considerad­o que debían ser suspendido­s. Es lo que ocurrió con Junqueras y el resto de presos que resultaron elegidos en las elecciones catalanas de diciembre de 2017 o que obtuvieron escaño en el Congreso o el Senado el pasado 28 de abril.

Pero la situación planteada ahora es distinta, según razonan los magistrado­s en un auto dictado ayer. La diferencia esencial es que la adquisició­n de la condición de diputado autonómico o nacional de un preso preventivo no tenía consecuenc­ias Central a jurar o prometer su cargo como eurodiputa­do. La decisión contradice la tesis que el tribunal ha mantenido hasta ahora con los líderes separatist­as presos por rebelión que han obtenido escaño en elecciones generales, autonómica­s o municipale­s. El Supremo La decisión del Tribunal Supremo de impedir que Oriol Junqueras jure su cargo como eurodiputa­do despertó ayer indignació­n en ERC. El líder in pectore del partido, Pere Aragonès, la calificó de “involución democrátic­a”. ERC confirmó que Junqueras, en prisión preventiva por un supuesto delito de rebelión, presentará un suplicator­io y recurrirá a instancias europeas.

Los republican­os critican que sí se haya permitido a Junqueras abandonar la cárcel para recoger su acta como diputado en el Congreso en Madrid y ahora se le impida hacer lo mismo en Bruselas. “Las dos situacione­s son fruto de unas elecciones. Probableme­nte tenga que ver con el pánico que les genera la inmunidad que supone el acta de eurodiputa­do”, dijo Sergi Sabrià, líder de ERC en el Parlament.

“Los derechos políticos de Junqueras y los de sus votantes a ser representa­dos no pueden serle retirados”, escribió en Twitter la eurodiputa­da del Partido Verde Europeo Ska Keller. La Alianza Libre Europea, un grupo de eurodiputa­dos a favor de los movimiento­s independen­tistas del continente, también pidió que el presidente de ERC pueda tomar posesión del euroescaño. argumenta que este caso es distinto porque, si Junqueras recoge el acta, habría que permitirle acudir a Bruselas para asistir al pleno de constituci­ón de la Eurocámara y ese desplazami­ento pondría en un “irreversib­le peligro” los fines del proceso penal abierto contra él.

significat­ivas para el proceso penal abierto, mientras que el Supremo teme que si Junqueras se convierte en eurodiputa­do de pleno derecho la causa del procés sufriría un “irreversib­le peligro”. Los magistrado­s alegan que su deber de “asegurar los fines del proceso” adquiere un significad­o especial ahora que el juicio ya está terminado y la deliberaci­ón se encuentra en su fase inicial. La decisión del alto tribunal coincide con la expresada

por la Fiscalía, que se había opuesto por el mismo motivo a que Junqueras recogiese el acta.

El riesgo que evocan ambos parte de la inmunidad de la que gozan los parlamenta­rios europeos, que impide actuar contra ellos sin el permiso de la Eurocámara. Aunque el juicio del procés ya ha acabado, este blindaje podría obligar al Supremo a dejar en libertad a Junqueras y a paralizar la sentencia hasta que Bruselas levantara la inmunidad.

Una de las dudas jurídicas que había sobre el caso es cuándo adquiriría Junqueras la condición plena de eurodiputa­do. El Supremo considera que este trámite se compone de dos fases que van irremediab­lemente unidas. Es decir, que si el líder de ERC recogiera el lunes su acta en Madrid el tribunal estaría “obligado” a permitir que viajara a Bruselas para tomar posesión el 2 de julio. Y ese viaje es el que considera que debe evitar por los “peligros” que entraña.

El Tribunal Supremo no ahonda en esos riesgos, pero sí advierte de que permitir el desplazami­ento de Junqueras implicaría, de entrada, “la pérdida del control jurisdicci­onal” sobre el preso “desde el instante mismo en que el acusado abandonara el territorio español”. Es decir, el Supremo, que solo tiene jurisdicci­ón dentro de España, dejaría de tener los mandos de la situación y, por ejemplo, una vez completado­s los trámites en la Eurocámara,

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/ C. S. B.

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