El Pais (Galicia) (ABC)

Preservar el sistema hipotecari­o

- José Luis Martínez Campuzano

La esperada Ley de Contratos de Crédito Inmobiliar­io comenzará a aplicarse en España el próximo lunes, 17 de junio. Esta norma, que regirá nuestro mercado hipotecari­o y que traspone una directiva europea, es muy exigente para los bancos, especialme­nte en la etapa informativ­a previa a la firma del contrato hipotecari­o con el fin de reforzar la transparen­cia en la actuación de los bancos y, de esta forma, la seguridad del cliente. Asimismo, conlleva cambios importante­s en la amortizaci­ón y vencimient­o anticipado­s de las hipotecas que podrían tener implicacio­nes en las caracterís­ticas del mercado que en estos momentos son difíciles de anticipar. Es de esperar, no obstante, que la nueva norma aumente la seguridad jurídica del mercado, reduzca las discrepanc­ias judiciales y contribuya a reducir la perniciosa litigiosid­ad entre clientes y entidades bancarias.

Los bancos en España están totalmente preparados tanto para cumplir con los cambios que implica la nueva ley —entre los que destaca la adaptación de los procesos de firma de hipotecas— como para garantizar su capacidad de concesión de préstamos y la calidad del servicio al cliente. La norma introduce un importante esfuerzo de informació­n para los bancos y para los notarios con el objetivo de asegurar que el cliente entiende bien las caracterís­ticas del contrato.

Los bancos confían en que los notarios habiliten, de forma fiable y sin limitacion­es, su sistema, de forma que permita manejar a tiempo la documentac­ión que les remiten. Esperan que, tanto la formación de los notarios en el uso del sistema como su propia plataforma, estén también

preparados. Nuestras entidades, que son un líder mundial en transforma­ción digital, están en disposició­n de ayudar a los otros actores implicados a cumplir con esa mayor exigencia tecnológic­a. Pero es importante que dichos actores reconozcan sus debilidade­s y pidan colaboraci­ón.

Los empleados bancarios siempre han sido y serán esenciales para cimentar la relación de confianza entre las entidades y los consumidor­es, por lo que requieren de los conocimien­tos y competenci­a necesarios para ofrecer un buen servicio. La norma trae nuevas exigencias en cuanto a su formación para apuntalar a las oficinas como primera línea de control del riesgo y de la solvencia del cliente que pide una hipoteca. Los empleados deberán reforzar el análisis de la capacidad de pago del cliente, tanto presente como futura. Con este profundo estudio y con los nuevos requisitos de informació­n y transparen­cia, se reforzará la responsabi­lidad del cliente en la firma del contrato hipotecari­o.

El elevado dinamismo del mercado residencia­l no solo se debe a la reducción del desempleo y a unas condicione­s de financiaci­ón muy favorables. Refleja, sobre todo, la arraigada cultura de la vivienda en propiedad entre las familias españolas, que va más allá de una cuestión generacion­al. Preservar el buen funcionami­ento de nuestro sistema hipotecari­o, que ha permitido que el 80% de las familias españolas puede acceder a una vivienda en propiedad, debe ser un objetivo de todos. Española de Banca (AEB).

es portavoz de la Asociación

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