El Pais (Madrid) - Icon Design
Aparcar en el salón
Hoy parece ciencia ficción, pero en 2030 el coche será un mueble más. El prototipo Symbioz de Renault plantea la integración total del vehículo eléctrico en la vivienda
Laurens van den Acker es el director de Diseño Industrial de Renault. Un tipo de 50 años alto, bien parecido y de semblante serio, del que pocos esperarían la maravillosa locura que acaba de concebir. Cuando la explica, le brillan los ojos. “Uno se compra un coche determinado porque le gusta. ¿Por qué dejarlo en una plaza de aparcamiento oscura y polvorienta?”. Parece una perogrullada, pero a nadie se le había ocurrido antes, de modo que el circunspecto Acker se puso a trabajar en una solución. Se llama Symbioz, y es un prototipo doble: un coche y un hogar. Ambos se integran de manera que sea complicado diferenciar uno de otro.
El Renault Symbioz es un ejercicio de ingeniería estática (bajo su carrocería no hay chasis, motor ni cadena cinemática), pero anticipa el aspecto que tendrán los futuros coches eléctricos de la marca. En su interior se emplean materiales nobles: lana para los asientos, madera en los revestimientos y mármol para la mesita central. También está inundado de luz natural, porque toda su parte superior es transparente. “Nos hemos basado en los principios del feng shui”, explica Acker. “La tecnología aterra a muchos. Por eso hemos querido que uno se sienta aquí como en su casa”. Lo dice de forma literal, porque el Symbioz se aparca en medio del salón de la vivienda que ha concebido un equipo de arquitectos e interioristas para Renault. Una vez dentro, abre sus puertas y se convierte en una estancia más. Su propia batería nutre los electrodomésticos de la sala, y a su vez se alimenta de los paneles solares del tejado. ¿Y cuándo se podrá encargar algo así? Habrá que esperar. “Es la visión de Renault de la simbiosis de casa y coche para 2030”, explica Acker, pero anticipa: “Seguiremos trabajando en esta dirección”.