El Pais (Madrid) - Icon Design
Sus ilustraciones digitales para Gucci le convirtieron en un fenómeno global. Hoy Ignasi Monreal se reencuentra con los pinceles (y con Caravaggio) en Italia
tana”. Asegura Monreal que eligió Roma por eso. Por su carácter escenográfico e imprevisible. “Quería una ciudad que fuera como de otra época, pero no cosmopolita. Que fuera totalmente disfuncional, y preciosa”, explica. “Además, mis artistas favoritos, Velázquez y Caravaggio, se formaron en Roma. Puestos a seguir el ejemplo de alguien, mejor el de Velázquez que cualquier otro”. Tanto Velázquez como Caravaggio, reproducciones fotográficas mediante, forman parte ahora de los pequeños altares (“voy rezando de uno en uno”, bromea) que Ignasi ha esparcido por su improvisada vivienda, ubicada en el piso superior de la galería de Stefania Miscetti, toda una institución en el arte contemporáneo italiano. “En realidad este es el estudio de mi amigo pués comienza a hablar de su casera. “Stefania colecciona figuras de ranas. Cuando se mudó se las llevó casi todas, pero pasó en este lugar 30 años, así que alguna queda por ahí”, afirma, señalando a la terraza.
Así, entre ranas ajenas, obras de arte en proceso, muebles improvisados y coleccionistas –la galería abre al público todas las tardes–, Monreal disfruta de un observatorio privilegiado de la sociedad romana. “En esta calle pasan muchas cosas. Muchas cosas y muy raras. Para mí es importante. Mi casa de Londres estaba en Stoke Newington, enfrente de una mezquita que tenía una tienda de kebabs, un restaurante, una carnicería y muchas luces de neón”, recuerda. “Al lado había una iglesia