El Pais (Madrid) - Icon Design
Alta fidelidad para gourmets
¿Puede un altavoz disparar el éxito de un restaurante? Para Alejandra Ansón, la estrategia musical con Bang & Olufsen marca la diferencia
Para Alejandra Ansón, un restaurante es una experiencia sensorial completa. “Tienes que tocar todos los sentidos para que el cliente reciba realmente lo que quieres transmitirle”, apunta la cofundadora de Ansón + Bonet, una de las consultoras culinarias más pujantes e innovadoras del panorama nacional. Junto a su socio Miguel Bonet, llevan casi diez años transformando el universo de la hostelería, abordando cada proyecto desde un punto holístico, con una sensibilidad especial para comprender la importancia de cada detalle. “Buscamos una cosa permanentemente que es la coherencia. Lo que definimos en el concepto tiene que representarse en todos los pilares del proyecto; los detalles son fundamentales. Hay que tener claro qué batallas luchar y no abaratar en los aspectos relevantes”. Desde la arquitectura a la iluminación, pasando por la elección de la vajilla al peso de los cubiertos, cada elemento influye en la creación de esa atmósfera especial. “Y, por supuesto, el sonido. ¿Qué es lo más desagradable en un restaurante? Que tenga una mala acústica y no puedas mantener una conversación o que la música elegida no tenga ningún sentido”.
Una buena estrategia musical, en palabras de la experta, es un rasgo que comparten los locales de éxito. Del mismo modo que los aromas de un plato detonan en nuestra mente una alegoría de recuerdos y emociones, “a través de la música puedes llevar un espacio y a un cliente a diversos momentos y disfrutar más la comida”, asegura Ansón, que equipara su papel con el de la iluminación e insiste en la importancia de abordarlo desde el inicio de la obra. “El restaurante tiene que tener una buena acústica y no debe tener reverberación. Tienes que tener los mejores altavoces para que el sonido realmente se reparta en el espacio, porque igual de importante es la música como poder hablar”.
La experta siente especial predilección por los equipos de sonido de Bang & Olufsen, la marca danesa que ha conseguido convencer por igual a estetas y melómanos apostando por tecnología de última generación y un diseño tan rupturista como atemporal. Dos premisas que dan forma a su última incorporación, el Beolab 8, un potente altavoz inalámbrico, proyectado como un cilindro esférico de aluminio pulido y láminas de roble escandinavo –a elegir entre distintos acabados en madera y tela– para crear los paisajes sonoros más envolventes.
Normalmente en pareja, como estéreo o surround, si algo destaca de este diseño compacto es su gran versatilidad. Como cada espacio tiene una acústica única, cuenta con un micrófono que mapea la sala y ajusta el sonido a sus características. Por otro lado, el control de ancho de haz también permite a los usuarios crear distintas experiencias de escucha, dirigiendo el sonido hacia un punto concreto o dejando que se expanda por toda la habitación: bajos potentes, percusiones intensas, voces cristalinas... Elegante y atemporal, Beolab 8 está diseñado para integrarse con una gran variedad de dispositivos y soportes, desde el diseño de mesa que crea una ilusión flotante hasta el elegante soporte de suelo o pared. “Porque además de tener el mejor sonido o fidelidad del mercado –señala Ansón–, son diseño, visten el espacio y te lo elevan. Es probablemente el mejor del mercado”.