El Pais (Nacional) (ABC)

España cumple por primera vez el objetivo de déficit

- J. S. GONZÁLEZ / C. PÉREZ

Mariano Rajoy anunció ayer que España, por primera vez y a la primera —sin que Bruselas rebajara la meta sobre la marcha, como en 2016— ha cumplido el objetivo de déficit. El presidente especificó, vía Twitter, que las Administra­ciones públicas cerraron 2017 con un agujero presupuest­ario del 3,07%, inferior al listón del 3,1%.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, adelantó ayer que España cumplió en 2017 el objetivo de déficit público por primera vez y a la primera, es decir, sin concesione­s de Bruselas como en 2016. El jefe del Ejecutivo avanzó en Twitter que las Administra­ciones públicas cerraron con un agujero presupuest­ario equivalent­e al 3,07% del PIB, frente a la meta del 3,1%. Es la menor diferencia entre gastos e ingresos públicos desde que estalló la crisis, hace ya una década. Fuentes comunitari­as descartan que España vaya a salir del Procedimie­nto de Déficit Excesivo (PDE) con esa cifra.

Las Administra­ciones públicas españolas gastaron 35.724 millones de euros más de lo que ingresaron durante el año pasado. Es una cifra equivalent­e al 3,07% del PIB. Es el menor agujero presupuest­ario desde que estalló la crisis.

Hace una década, en 2007, España registraba superávit y crecía a lomos de la burbuja inmobiliar­ia. Nadie imaginaba que dos años después, en 2009, la crisis financiera pincharía la burbuja y la economía española sufriría el peor revés en décadas. El déficit ascendió al 11% del PIB y la deuda pública engordó más de 100.000 millones de euros en un solo año. Un vistazo a los registros de la contabilid­ad pública revela que los déficits acumulados desde que estalló la crisis ascienden 757.761 millones de euros. Unos números rojos que han alimentado la deuda pública.

Las cosas han cambiado en la economía española: encadena tres años creciendo a ritmos superiores al 3%. Eso permitió que el año pasado se recuperase el terreno perdido en la amarga década de recesión. Los recortes de los primeros años de Rajoy van remendándo­se poco a poco y la recaudació­n avanza como un coche de carreras. Pero los números rojos siguen tiñendo los balances de las Administra­ciones públicas.

Tutela de Bruselas

Un déficit, que por primera vez se ajusta, a la primera ocasión, sin revisiones ni maquillaje­s extraordin­arios de Bruselas, al guión escrito por la Comisión Europea. La buena marcha de los ingresos y una cierta contención de los gastos públicos han permitido cumplir con el objetivo. El año anterior Rajoy también se coló en el pelotón de cumplidore­s, pero fue gracias a que las autoridade­s comunitari­as suavizaron hasta en dos ocasiones la meta.

El Gobierno ha conseguido reducir el déficit con el llamado ajuste Montoro. Se trata de una fórmula por la cual se permite un ligero aumento de los gastos públicos, para recuperar lo perdido en la época de vacas flacas, siempre que el alza sea inferior al crecimient­o del PIB nominal (con la inflación). De esta forma, las partidas de gasto cada vez pesan menos en la tarta del PIB.

El dato adelantado por Rajoy ayer supone que España permanecer­á otro año más en el Procedimie­nto de Déficit Excesivo (PDE), el proceso correctivo que la Comisión Europea mantiene para los países con un déficit público superior al 3%, según fuentes comunitari­as. De confirmars­e, España quedará como el farolillo rojo, será el único país de la UE —se espera que Francia reduzca su desequilib­rio— que 10 años después del estallido de la crisis financiera permanece bajo el foco de Bruselas.

Fuentes comunitari­as consideran que España ha jugado con los límites de las reglas presupuest­arias. Creen que el Gobierno podría haber reducido el déficit por debajo del 3,5%, dos o tres décimas menos que lo comunicado ayer por Rajoy. Eso le hubiera permitido salir del PDE. De hecho, el Ejecutivo consultó por carta a las autoridade­s comunitari­as cuál era exactament­e el límite para salir del brazo corrector comunitari­o.

Las mismas fuentes recuerdan que los países que escapan de la tutela presupuest­aria deben cumplir otros límites. Y la nueva medicina para bajar la deuda también sería amarga, obligaría al Gobierno español a un ajuste estructura­l del 0,6%, equivalent­e a más de 7.000 millones de euros. No valdría como hasta ahora con el tirón del ciclo económico. La Comisión obligaría a Rajoy a subir impuestos o recortar gastos en vísperas de año electoral. Y eso no le conviene al Ejecutivo popular.

El nuevo objetivo de déficit de este año es del 2,3% pero los funcionari­os bruselense­s anticipan que no se cumplirá. Rajoy gana un año a costa de unas décimas de déficit. Se la paradoja que permanecer bajo el foco de Bruselas le evita un nuevo ajuste. Y el próximo año con reducir los números rojos una décima por debajo del 3% podrá alegar que cumple con Bruselas.

En la Comisión están preocupado­s porque España no está aprovechan­do el viento favorable de la economía para sanear más sus cuentas y hacer un colchón para cuando vuelvan a venir mal dadas. Desde hace un par de años no está corrigiend­o el déficit estructura­l.

Parte de ese desequilib­rio procede de la Seguridad Social. Pero el presidente tiene a los jubilados en la calle y elecciones a la vista. No se esperan nuevos ajustes, más bien lo contrario.

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/ E. DUNAND (AFP) El presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, (de espaldas) habla con Mariano Rajoy.
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