El Supremo cree que el riesgo de reincidencia resulta ahora mayor
Joaquim Forn seguirá en prisión en contra del criterio de la fiscalía
El Tribunal Supremo confirmó ayer la prisión preventiva del exconseller de Interior Joaquim Forn y el exlíder de la ANC Jordi Sànchez por riesgo de reiteración delictiva. La Sala de Apelaciones ratificó la decisión del juez Pablo Llarena de mantenerlos a ambos en la cárcel a pesar de que la fiscalía pidió que dejara en libertad al extitular de Interior, que renunció a su escaño en enero pasado. Sin embargo, los tres magistrados que han revisado el auto de Llarena (Alberto Jorge Barreiro, Francisco Monterde y Miguel Colmenero) consideran que sigue habiendo riesgo de que tanto Forn como Sànchez reincidan en sus delitos.
Los argumentos que emplea la Sala para argumentar el peligro de reincidencia abundan, además, en una tesis sostenida por Llarena en resoluciones recientes y que pueden influir en la decisión que hoy tome el instructor con los seis investigados a los que ha citado para revisar sus medidas cautelares. Los magistrados del Supremo consideran que “el contexto político del momento” actual es “más propicio a la reiteración de los hechos delictivos” que el que se vivía antes de las elecciones del 21-D, cuando el Estado había intervenido la Generalitat y todavía no se habían celebrado las elecciones cuyo resultado va a desembocar,
previsiblemente, en un nuevo Gobierno independentista.
Esta apreciación de la Sala de Apelaciones abona la tesis que ha mantenido Llarena para dejar en prisión a Sànchez y Forn con el argumento de que no hay certeza de que la “voluntad política mayoritaria” del Parlamento catalán sea partidaria de respetar la ley. Y es una razón que puede emplear hoy el instructor para modificar las medidas cautelares de algunos investigados. Excepto en el caso de Marta Rovira, que compareció ante Llarena en febrero pasado, cuando el juez dejó en libertad a los otros investigados a los que ha citado hoy (Jordi Turull, Josep Rull, Raül Romeva, Carme Forcadell y Dolors Bassa), el Parlament estaba disuelto y no se habían celebrado las elecciones, por lo que
el riesgo de reiteración era remoto. Pero Llarena ya advirtió en alguno de sus autos de que podía cambiar esta situación en función de lo que ocurriera tras los comicios.
En su auto de ayer, la Sala habla de la situación de “inestabilidad política” de Cataluña y de que es un “hecho notorio” que no hay indicios de que los líderes independentistas hayan abandonado definitivamente “la voluntad de enfrentamiento directo con el Estado con la finalidad de imponer la independencia”.
Respecto a Forn, que está en prisión desde el pasado 16 de octubre, la Sala no admite la petición de la fiscalía de que le deje en libertad porque considera que, en su exposición, el ministerio público se limitó a señalar que no existía riesgo de que