Cae una red que explotaba a mujeres inmigrantes traídas desde Lampedusa
La Guardia Civil, en colaboración con la policía nigeriana y Europol, ha desarticulado una organización de trata de mujeres nigerianas que operaba desde hace años en España. Hay 89 detenidos y 39 chicas liberadas, que habían sido traídas desde centros de inmigrantes de Lampedusa (Sicilia). Los investigadores han comprobado que los cabecillas de la red, ubicados en varias provincias, pertenecen a un club de élite nigeriano conocido como La Confraternidad.
En el llamado Castillo de Romanones, un conglomerado de casascueva de Almería, encontraron los agentes de la Guardia Civil el pasado mes de noviembre “la peor encarnación de la esclavitud del siglo XXI”, “la forma más precaria de explotación sexual que hayamos visto nunca”, describen. Lo llamaron prostitución low cost, de bajo coste. Hasta seis jóvenes nigerianas eran obligadas a realizar servicios sexuales por 5 o 10 euros a los inmigrantes que trabajaban en los invernaderos de la zona, “a un ritmo frenético”.
Era solo uno de los flecos de la llamada Operación Nanga-Parbat (en referencia al pico más alto de Pakistán), una investigación de
más de un año que comenzó con un control rutinario de los agentes de Seguridad Ciudadana de Torrevieja y se ha saldado con la detención de 89 personas y la liberación de 39 mujeres en distintas provincias españolas.
“Al identificar a un grupo de mujeres en una rotonda se constata que una de ellas es menor y que está allí obligada”, describen los agentes. Convertida en testigo protegido, su testimonio resulta demoledor. “Nos permitió ver la dimensión del asunto”, explican. Los detalles de un viaje que partía —como en el 90% de los casos— de Benin City, una ciudad rural nigeriana con niveles de extrema pobreza, que pasaba por Libia, alcanzaba en patera la isla de Lampedusa, pasaba días en un centro de inmigrantes, y aterrizaba en Madrid con documentación falsa.
Las chicas, captadas siendo menores de edad por la complicidad de un familiar con una madama —han sido detenidas 14 afincadas en España—, eran traídas a España desde los asentamientos de inmigrantes de Lampedusa, donde la organización criminal tenía compinches. “Muchos de esos centros están dirigidos por otros inmigrantes senegaleses o nigerianos que, por un módico precio, dejaban salir a las chicas que les pedían las mafias”, relata un investigador. Las autoridades italianas han abierto también sus propias pesquisas.
La mafia en cuestión hunde sus raíces en una entidad nigeriana conocida como La Confraternidad (Supreme Eiye Confraternity), una especie de club de élite, con prestigio en el país africano, y que nació en la Universidad de Ibadán en 1965. Representantes de esa institución, “jefes de zona” o ibakas, hacían llegar el dinero obtenido de la explotación sexual de las mujeres a Nigeria, donde son propietarios de “hoteles y grandes propiedades”, según los investigadores que han estado en el terreno. Uno de ellos es un conocido dj nigeriano. “Operaban en España desde hace años y el principal cabecilla se encontraba en Tudela”, explican. Ninguno de esos jefes hacía ostentación de nada ni tenía dedicación alguna. Vivían de las ayudas sociales españolas.