Una alfombra de ‘likes’ desde Cambridge a la Casa Blanca
Las investigaciones de un equipo de académicos de la Universidad británica están en el origen del escándalo
El nombre de la aplicación lo dice todo: Eres lo que te gusta. El usuario se registra a través de su perfil de Facebook y, en pocos segundos, el algoritmo analiza las publicaciones que ha marcado que le gustan en la red social y devuelve una predicción de personalidad basada en ese análisis. Una actividad tan aparentemente banal como clicar en el pulgar levantado de Facebook, lo que se conoce como dar un like, sirve para construir un completo perfil. Sexualidad, inteligencia, satisfacción con la vida, potencial de liderazgo, uso de drogas, orientación política. ¿Es impulsivo u organizado?
El resultado, testado por este periodista con el perfil de un usuario poco activo en la red social, es bastante acertado. A través del análisis de 218 likes, acierta la preferencia sexual, ciertos rasgos de la personalidad y la orientación política. Por alguna razón, informa el algoritmo, dar un like a The New York Times o Huffington Post le hace a uno parecer más gay que dárselo a The Guardian o The Wired. Que le guste The New Yorker le hace parecer casado; que le guste Time, soltero.
La aplicación fue desarrollada en el Centro de Psicometría de la Universidad de Cambridge, cuyos investigadores han trabajado durante años en herramientas para extraer información psicológica o política del maremágnum de datos de Facebook. Los académicos Michael Kosinski, David Stillwell y Thore Graepel publicaron en 2013 un artículo científico con las conclusiones de su trabajo. Su investigación está en la base del escándalo de la filtración masiva de datos personales de usuarios, destapada esta semana por The Guardian y The New York Times, que ha puesto a Facebook contra las cuerdas.
Ya entonces, los autores del artículo advertían de que sus hallazgos podían tener “implicaciones negativas considerables”. “Compañías privadas, instituciones gubernamentales o incluso amigos de Facebook podrían usar el software para inferir atributos como la inteligencia, la orientación sexual o posiciones políticas que un individuo puede no haber pretendido compartir”, escribieron.
Dave King, director de la consultoría Digitalis, experto en reputación online y ciberseguridad, recuerda que el modelo de negocio de Facebook “consiste en que los usuarios cuenten lo que hacen y lo que les gusta, para ofrecérselo a los anunciantes”. La industria militar no tardó en detectar el potencial de las investigaciones de Kosinski y compañía, como indica el hecho de que Boeing, importante contratista del Ejército estadounidense, figure como financiador en el artículo científico de 2013.
Basado en las investigaciones de sus compañeros de Cambridge, Alexandr Kogan, que se había incorporado a la facultad de Psicología como investigador en 2012, desarrolló la aplicación Thisisyourdigitallife. Con ella accedió a 270.000 perfiles de Facebook y, lo que es más insólito, a los de sus amigos. Recopiló alrededor de 50 millones de perfiles en cuestión de semanas. Kogan supuestamente no tenía permiso de Facebook para usar los datos más allá del ámbito académico. Eso es lo que intentaban comprobar los 18 agentes de policía que irrumpieron en la sede de Cambridge Analytica en la madrugada de ayer para registrar sus archivos.
La monumental base de datos personales permitía dirigir mensajes políticos personalizados y se puso al servicio de Donald Trump, que entró en la Casa Blanca sobre una alfombra tejida con cientos de millones de inocentes clics.