Aparcar la independencia para acercarse a los comunes
Más allá de las conversaciones para formar Gobierno, el independentismo busca ahora reconstruir puentes con las formaciones y organizaciones sociales que se apearon del procés los últimos meses por la radicalización del mismo. El acto de apoyo a los exdirigentes encarcelados que se celebró ayer en el Parlament después del pleno simbólico reflejó esta imagen. A él acudieron, además de los partidos y asociaciones independentistas, los representantes de Catalunya en Comú y dirigentes sindicales. Presidido por el presidente de la cámara, Roger Torrent, el acto evitó referencias independentistas para centrarse a pedir un “frente unitario” para defender “la democracia y los derechos fundamentales”, ante lo que Torrent considera una “involución democrática sin precedentes”.
En la actual situación de falta de Gobierno y de proyecto político de las fuerzas soberanistas, algunos de los asistentes quisieron ver en el acto una suerte de germen de un momento nuevo para la política catalana.
Desde la noche electoral del pasado 21 de diciembre, y a medida que se ha constatado la dificultad del bloque independentista para encontrar un candidato de consenso, han aparecido voces que han llamado a intentar ampliar el horizonte del acuerdo a la marca catalana de Podemos. Joan Tardà, de ERC, ha sido hasta ahora el máximo defensor de este acuerdo. El líder de Catalunya en Comú, sin embargo, dio alas a ello ayer, no solo con su asistencia a la lectura del manifiesto, sino con sus declaraciones en el pleno, en las que llamaba a construir un “frente democrático en defensa de las libertades” no solo de los catalanes sino de todos los españoles, desde la CUP al PSC y desde Òmnium hasta CC OO.