Reparar lo que el mar y el viento se llevó
Los chiringuitos de las costas de Cádiz y Huelva luchan contra el reloj para estar listos durante la Semana Santa Los seguros ni siquiera han terminado de valorar los daños Algunas instalaciones hay que volverlas a montar
Cuatro semanas de lluvias constantes, olas de más de siete metros de altura, vientos de más de 100 kilómetros por hora, tornados y apenas cinco días para intentar recuperar la normalidad. A Iván Periano aún le cuesta olvidar todo lo que ha vivido desde la madrugada del pasado 1 de marzo. Esa noche salvó a duras penas su chiringuito Pikachos, ubicado en la playa gaditana de Santa María del Mar, del temporal que azotaba sin piedad las costas de Cádiz y Huelva. Era la primera borrasca de cuatro: Emma, Félix, Gisele y, ahora, Hugo. “Nunca pensé que el envite del agua pudiese llegar a ser tan grande. Pero aquí estamos acondicionándolo todo para volver a abrir”, reconoce el empresario.
Periano es uno de los dueños de los más de 80 chiringuitos ubicados en las playas de Andalucía occidental más afectadas por el temporal que, tras días de reparaciones a contrarreloj, podrán estar listos para retomar su actividad estos días de Semana Santa. Sin embargo, más de una decena de instalaciones ha sufrido daños estructurales de tal magnitud que ya dan por perdido el inicio de la temporada. “Estamos haciendo un gran esfuerzo porque lo vivido ha sido tremendo. Hacía años que no vivíamos algo así”, reconoce Manuel Villafaina, presidente de la Federación Andaluza de Empresarios de Playas.
Los temporales encadenados, que han servido para sacar del riesgo de sequía a buena parte de Andalucía, han dejado su peor cara en los litorales de Cádiz y Huelva. Allí, sorprendieron a los empresarios de los chiringuitos que, desde hace dos años, se mantienen abiertos todo el año (30 en Cádiz y 8 en Huelva) y a los que justo debían comenzar las labores de montaje para estar listos de cara a la Semana Santa.
La peor parte
Los empresarios de Cádiz se llevaron la peor parte. “Los seguros ni siquiera han terminado de visitar y valorar los desperfectos, pero calculamos que los daños oscilan sobre los dos millones de euros”, detalla José Antonio Medina, presidente de la Asociación de Empresarios de la Costa de Cádiz (AECA) y dueño del chiringuito Atenas Playa, en Chiclana de la Frontera.
Las lluvias y el fuerte viento, sumado a unas intensas mareas, se combinaron para que el mar subiese a cotas poco habituales, se tragase las playas y, con ellas, instalaciones pensadas para ser reversibles. “La desgracia ha sido enorme. En algunas zonas se han perdido hasta dos metros y medio de arena”, explica Juan Díaz, dueño del chiringuito El Portugués, ubicado en Punta Umbría y portavoz de la federación andaluza en Huelva. Con la desaparición del suelo sobre el que se sostenían, algunas instalaciones de zonas como La Antilla (Huelva) o El Puerto de Santa María (Cádiz) han quedado tan tocadas de estructuras que hay que “desmantelarlas, sanearlas y volverlas a montar”, apunta Medina en referencia a unos trabajos que pueden costar hasta 270.000 euros.
“Pese a que estamos asegurados y asumíamos el riesgo lo ocurrido ha sido inusual y ahora trabajamos duro para volver a la normalidad. Además, de cada chiringuito dependen de 10 a 12 empleados”, explica Medina.