Cataluña vuelve al foro de financiación con el resto de las autonomías
Los gestos de distensión entre el Gobierno central y el de la Generalitat empiezan a dar algunos resultados concretos. El Ejecutivo catalán anunció ayer que está dispuesto a intervenir y participar, la semana que viene, en una reunión de la comisión de financiación autonómica multilateral, organizada a partir de las reclamaciones planteadas en el Consejo de Política Fiscal y Financiera sobre las insuficiencias del sistema que se han constatado en todas las comunidades autónomas.
El anuncio llega después de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, revelara en el Congreso de los Diputados que a finales de mes se producirá una reunión de la comisión de financiación autonómica a la que acudirá la Generalitat.
Montero no quiso precisar más datos al respecto, porque muchos aspectos aún están por concretar.
El Gobierno catalán confirmó ayer que está dispuesto a volver a participar, por ahora a un nivel técnico y para “explorar”, en mesas multilaterales con el Ejecutivo central y las demás autonomías, que había abandonado en los últimos meses. Lo hizo después de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, anunciara ayer en el Congreso que a finales de septiembre se producirá una reunión de la comisión de financiación autonómica a la que acudirá la Generalitat. No dio más datos, porque muchos aspectos de esa sesión aún están por concretar.
Fuentes del Gobierno y de la Generalitat ratificaron más tarde que efectivamente esa cita se está cerrando; probablemente será la semana que viene, con presencia de todas las autonomías. Desde el Ejecutivo catalán concretaron que a la misma acudirá un técnico, no un político, para rebajar un poco las expectativas. El alto cargo del Gobierno catalán que se presentará en esa primera reunión exploratoria será una subdirectora general de Presupuestos (ni el director general ni el consejero) porque se quiere comprobar, antes de avanzar más, cuáles son las intenciones del Gobierno central.
Fuentes de la Generalitat afirman que el Gobierno les ha pedido algún gesto político, como acudir a esa minicumbre autonómica, como compensación a las señales de distensión ofrecidas hasta ahora desde La Moncloa y como contrapeso a las citas bilaterales que se están multiplicando entre las consejerías catalanas y distintos ministerios. El próximo martes habrá una específica con Hacienda y se está cuadrando la siguiente con Fomento.
“Nuestro marco de juego y por lo que nosotros apostamos en esta relación siguen siendo las reuniones bilaterales, pero estamos dispuestos a explorar más
cosas y a las demás reuniones iremos a escuchar”, sostienen altos cargos del Gobierno catalán implicados en estas negociaciones.
En este sentido, esa participación en la comisión técnica de financiación autonómica se considera, desde ambas partes, un primer paso para que la Generalitat vuelva en breve también a las reuniones en Madrid del Consejo de Política Fiscal y Financiera con las demás autonomías. Es ahí donde se diseña y dibuja el sistema de financiación de todas las comunidades autónomas, pendiente de revisar hace años.
Ausencia
Ningún representante de la Generalitat se presentó a las dos últimas convocatorias de esos consejos, en julio y agosto pasado, y el vicepresidente catalán, Pere Aragonés, ha reiterado que ese tipo de foros no les convencen.
Fue en ese consejo, sin embargo, donde se acordó preparar una serie de reuniones más técnicas y de expertos para estudiar las “insuficiencias” del actual sistema, como la que se estrenará la semana que viene.
“La pelota la tiene el Gobierno central ahora y si ellos chutan y nos la pasan nosotros tendremos que hacer algo y devolverla”, explican gráficamente fuentes de la Generalitat. Las mismas fuentes muestran su disposición a acudir a un futuro Consejo de Política Fiscal y Financiera.
El Gobierno catalán quiere constatar en paralelo el próximo martes, en el seno de su comisión bilateral con el Ejecutivo central que no se reunía desde hace siete años, la disposición para abordar otros asuntos más concretos. Aragonés ya avanzó esta semana que quiere poner encima de esa mesa los 7.607 millones de deuda que consideran pendiente.