Los Ángeles prohibirá la venta y elaboración de pieles
Los ecologistas esperan que el triunfo en la ciudad impulse el veto en todo el país
Los Ángeles dio el martes un paso casi definitivo para prohibir la producción y el comercio de productos con piel animal. Sería la ciudad más grande de Estados Unidos en adoptar esta medida. El consejo del Ayuntamiento (órgano legislativo compuesto por concejales electos) aprobó por unanimidad encargar a los abogados de la ciudad un borrador de legislación para eliminar el negocio de las pieles. Cuando se presente, la medida tiene prácticamente garantizada su aprobación.
La medida no solo afecta a la ropa, sino a cualquier producto que lleve pelo animal, desde un bolso hasta un llavero de pata de conejo. Solo se podrán vender si son productos de segunda mano. La versión final de la propuesta deberá tener en cuenta posibles excepciones, como el uso que le puedan dar a las pieles organizaciones religiosas y posibles conflictos con leyes federales. La medida no afecta al cuero de vaca y oveja.
Hasta ahora, tres ciudades de California habían prohibido este negocio. El enclave de West Hollywood, en el centro del condado de Los Ángeles; Berkeley, en la zona universitaria de la bahía de San Francisco; y la propia ciudad de San Francisco. Los Ángeles será la primera prueba en un municipio de 3,9 millones de habitantes, que además es uno de los centros mundiales del negocio de la moda.
La prohibición en Los Ángeles entraría en vigor después de un periodo de dos años para dejar que la industria se adapte. Igualmente, en San Francisco entrará en vigor el 1 de enero de 2020, fecha límite para que los negocios se deshagan del producto que tienen en inventario. A partir de ahí, la única solución es cerrar o mudarse fuera de los límites de la ciudad. Según datos de la Cámara de Comercio de San Francisco, la medida afecta a unos 50 minoristas, con un negocio estimado de 40 millones al año, por lo que su impacto es insignificante en la economía de la ciudad. Muchas grandes firmas de moda, como Gucci, Armani, Michael Kors, Hugo Boss, Versace o Burberry, ya se han comprometido a dejar de usar pieles en su producción.
Durante la sesión del martes en el Ayuntamiento de Los Ángeles el concejal Bob Blumenfield dijo que la “evolución como sociedad” para “prohibir esta crueldad innecesaria” era “una victoria moral”. “La grandeza de un país se puede medir por la forma en que trata a los animales”, añadió.
El veto será la mayor victoria de un movimiento con ambición nacional que impulsan asociaciones y famosos. Christina Sewell, de la asociación por el Trato Ético a los Animales (PETA, por sus siglas en inglés), dijo en la sesión del Ayuntamiento que la prohibición es solo un paso más y no pararán hasta que “cada ciudad de EE UU esté libre de pieles”. La asociación denuncia el trato inhumano a “millones de animales”.
Keith Kaplan, portavoz de la industria que estuvo presente en el debate, dijo a Associated Press que el negocio de las pieles mueve 35.800 millones de dólares al año en Estados Unidos y emplea a más de un millón de personas. Kaplan dijo que en Los Ángeles “se vende mucha piel” y que está presente en más de 500 colecciones de moda, por lo que tendría un impacto en el empleo y en los impuestos del negocio de la moda.