La librería se convierte en templo
Flores, candelabros, estanterías repletas de libros y una alfombra roja crean un magnífico entorno para los que celebran su boda en la librería Gogol en Harbin, provincia de Heilongjiang. “A diferencia de las banquetes tradicionales en grandes salas con mesas redondas, los enlaces en librerías se asemejan más a una fiesta familiar íntima”, cuenta Yu Bing, gerente del establecimiento. “Nuestra tienda es bastante pequeña, por lo que el número de invitados es limitado. Los familiares y los amigos más cercanos de la pareja eran los únicos asistentes”, apunta.
La librería se encuentra en una antigua calle y el mobiliario y la distribución tienen un ineludible estilo ruso. Harbin, con 10,6 millones de habitantes, se encuentra a 500 kilómetros al sur de Rusia, con quien guarda una estrecha relación.
Desde que la tienda abrió en 2014, un total de 36 parejas han celebrado la ceremonia allí. Yu recuerda la primera vez que ayudó a los novios con la planificación. “Al poco de abrir, una joven pareja preguntó si podían celebrar su boda aquí. Me dijeron que en un principio iban a gastar mucho dinero en la luna de miel y saltarse la celebración porque muchos de los invitados apenas se conocían”. Pero tras una visita a la tienda, la pareja cambió de idea. “Eran profesores universitarios y tenían un enorme interés en la literatura”, revela Yu.
Regalo de boda
El día del casamiento, un violinista tocaba canciones de amor. La pareja regaló una carta a los invitados en la que escribieron la historia de cómo se conocieron. “En medio de la ceremonia, los más allegados leyeron poemas como una especie de bendición para los recién casados”, relata Yu. “Es mi parte favorita de las bodas que se celebran en librerías”, añade.
Yu y su equipo ofrecen nuevas y diferentes ideas en cada enlace. “Tenemos una alfombra roja con poemas de amor impresos. Hay regalos disponibles como libros, marcapáginas y postales que se diseñan para cada boda”, explica.
Li Ziyan, de 26 años, comercial en una empresa de Harbin, celebró su boda en esta librería el pasado 1 de junio. “Estoy muy feliz porque la fiesta salió mucho mejor de lo que había imaginado. No me arrepiento de tener que cancelar el banquete clásico que habíamos reservado”. A Li y a su esposo, Hu Yuanhua, les acompaban 30 invitados. No importaba tanto el número como el acogedor y escogido lugar, realmente único.