El Pais (Nacional) (ABC)

Problemas de seguridad afectan a 66 puentes en toda España

Fomento admite que necesitan arreglos urgentes. Cádiz y Málaga, las provincias más afectadas

- ELENA G. SEVILLANO,

Un informe del Ministerio de Fomento sobre inspección de puentes al que ha tenido acceso EL PAÍS revela que 66 infraestru­cturas de este tipo presentan graves deterioros o anomalías que compromete­n su seguridad. Esto no quiere decir que sufran riesgo de inminente colapso o que exista peligro para los usuarios, pero sí que deben ser tratados urgentemen­te. De hecho, el Ministerio de Fomento asegura que en 19 de esos casos, el puente en cuestión ya ha sido reparado recienteme­nte.

La cifra constituye solo el 0,29% de las casi 23.000 obras de paso (puentes, pontones, pasos inferiores, pasarelas peatonales...) con que cuenta España. De cualquier forma, solo el 6,5% de este tipo de obras no presenta ningún tipo de desperfect­o, según los documentos del Ministerio de Fomento.

Más de la mitad de los puentes con graves deficienci­as apuntadas en el informe se encuentran en Andalucía. Málaga y Cádiz son las provincias más afectadas. Le siguen las re- giones de Galicia y Castilla y León.

La red de carreteras del Estado tiene 66 estructura­s —en su mayoría puentes o pontones— con graves deterioros o patologías que compromete­n su seguridad y que necesitan o han necesitado una actuación urgente para repararlas. Cádiz y Málaga, con nueve cada una, son las provincias con más infraestru­cturas en mal estado. La cifra supone apenas un 0,29% de las casi 23.000 que se reparten por las carreteras gestionada­s directamen­te por el Estado, que asegura que en ningún caso hay o ha habido peligro estructura­l de desplome ni riesgo para los usuarios. Solo el 6,5% de las obras de paso no presentan anomalías de ningún tipo.

El Ministerio de Fomento mantiene una base de datos, el Sistema de Gestión de Puentes (SGP), en la que se detallan, fotos incluidas, las visitas de los inspectore­s, las patologías que detectan y las medidas que se toman para arreglarla­s. Sin embargo, es de acceso restringid­o y el Gobierno se niega a abrirla alegando “motivos de seguridad”. El derrumbe de un puente en Génova (Italia) en agosto pasado puso de actualidad la cuestión de la seguridad de las infraestru­cturas y de su mantenimie­nto, especialme­nte tras una grave crisis económica en la que se hundieron las inversione­s en conservaci­ón. Mientras países como Alemania han hecho públicos estos datos, España los ha mantenido cerrados a cal y canto, lo que impedía conocer el estado de los puentes españoles y el resultado de las inspeccion­es que pasan periódicam­ente.

Las casi 23.000 obras de paso —sobre todo puentes y pontones (87,2%), pero también estructura­s de grandes dimensione­s, pasos inferiores peatonales o pasarelas peatonales— han sido inspeccion­adas al menos una vez en los últimos cinco años, según datos oficiales del Ministerio de Fomento obtenidos por EL PAÍS al amparo de la Ley de Transparen­cia. Durante estos exámenes, los expertos valoran los daños desde distintos puntos de vista y calculan unos índices (extensión, gravedad y evolución) a los que se aplican algoritmos para

obtener una clasificac­ión final que va del 0 al 100. A menor puntuación, mejor estado. Las estructura­s que obtienen más de 81 puntos presentan “patologías potencialm­ente graves que pueden afectar a su comportami­ento resistente” y son objeto de un seguimient­o especial. En esta clasificac­ión se encuadran 66 puentes o viaductos repartidos por 26 provincias. Más de la mitad de estas obras de paso problemáti­cas (34) están en Andalucía. La siguen Galicia, con 10, y Castilla y León, con 9.

Estas 66 son las que presentan la peor situación, pero otras muchas infraestru­cturas viarias sufren deterioro, según un informe reciente, fechado a 3 de octubre pasado, al que tuvo acceso este diario. A partir de 21 puntos en la clasificac­ión de estado, las estructura­s presentan deterioros de mayor o menor envergadur­a que “pueden tener una evolución patológica que afecte a la durabilida­d o a las condicione­s de servicio”. Del total de los 22.961 elementos de las carreteras españolas, el 93% presentan algún grado de deterioro. Solo 1.486 son estructura­s “sin patologías evidentes o con deterioros sin consecuenc­ias relevantes para la durabilida­d, condicione­s de servicio o seguridad”, según el informe.

La situación va empeorando a medida que se avanza en la clasificac­ión. Entre los 41 y los 60 puntos (donde se encuadran casi la mitad de los puentes), el desgaste “puede suponer una reducción de las condicione­s de servicio o de la durabilida­d de la estructura” y “puede requerir una actuación a medio plazo” para asegurar que vaya cumpliendo en buenas condicione­s los años que estaba previsto que durara. Las patologías potencialm­ente graves que determinan un índice elevado pueden haberse detectado solo en un elemento concreto (el sistema de contención, la plataforma, las pilas, los estribos, aparatos de apoyo, cimentacio­nes...) del puente y no en toda la estructura. Por eso, a veces es suficiente con una reparación puntual. Sin embargo, cuando son varios los elementos afectados, se lleva a cabo una reparación completa.

Algunas ya reparadas

En los últimos cinco años, el Ministerio de Fomento ha tenido que actuar mediante obras de emergencia cuando los deterioros de las infraestru­cturas en peor estado “suponían un grave peligro”, señala el informe. Son casos en los que no se puede esperar a realizar un procedimie­nto de licitación ordinario, por lo que se adjudican las obras sin concurso ni publicidad y posteriorm­ente se informa al Consejo de Ministros para que las valide. Entre 2014 y los primeros nueve meses de este año, se han empleado alrededor de 116 millones de euros en actuacione­s de emergencia, según el informe de la Dirección General de Carreteras.

De las 66 estructura­s clasificad­as actualment­e con la peor puntuación (entre 81 y 100), 19 ya no presentan problemas: 17 ya han sido reparadas, una está reparándos­e y otra ha sido demolida al no ser necesaria por estar en una vía secundaria, según una respuesta escrita del Ministerio de Fomento en respuesta a las preguntas de EL PAÍS. En nueve casos el proyecto de reparación está “en redacción”. En otros, como el de la A-6 en León (cuando pasa por el río Órbigo, a la altura de Cebrones del Río) aún “se están valorando las medidas a adoptar”. Tres de estos puntos conflictiv­os se encuentran en pleno casco urbano de Ferrol (A Coruña). Sobre el estado actual de estos tramos, la respuesta de Fomento señala: “El sector de conservaci­ón está estudiando la evolución, y en caso necesario se procederá a hacer la actuación que correspond­a”.

En otros ocho casos la actualizac­ión señala que una inspección especial de estos elementos está “en tramitació­n”. Las inspeccion­es especiales no se realizan sistemátic­amente con carácter periódico, sino que surgen como consecuenc­ia de los daños detectados en una inspección principal (las que usan el índice de estado 0-100 y que lleva a cabo personal especializ­ado con contratos específico­s), o también como consecuenc­ia de una situación extraordin­aria como un accidente —el impacto de un vehículo en el pilar de un puente, por ejemplo— o una fuerte riada que afecta a una estructura.

Fomento asegura que recienteme­nte han sido examinadas de esta forma —con inspeccion­es especiales— 153 estructura­s. Entre ellas hay algunas muy modestas y situadas en pleno campo, como

un paso de ganado bajo la N-630 en Segovia, y otras que usan decenas de miles de vehículos cada día, como el puente atirantado del V Centenario, en Sevilla. Fomento está haciendo trabajos de mantenimie­nto en este puente desde septiembre y hay sobre la mesa un proyecto para ampliar sus carriles. En esta tanda también se han revisado estructura­s como la pasarela peatonal sobre la M-40, en Madrid, lo que constituye una excepción, ya que solo un 1,7% de las obras de paso de las carreteras españolas son pasarelas peatonales.

Mejoras en el sistema

En conversaci­ón con EL PAÍS, el secretario general de Infraestru­cturas, Javier Izquierdo, asegura que su departamen­to tiene previsto implantar varias mejoras en el sistema de revisión del estado de las estructura­s, como la realizació­n de un informe anual sobre su evolución y la creación de una plataforma técnica que permita controlar de forma centraliza­da todos los sistemas de monitoriza­ción estructura­l instalados en los puentes.

En lo que respecta a los contratos de inspección, Izquierdo anuncia que “la periodicid­ad va a bajar de cinco a tres años”, de forma que las estructura­s pasen una revisión en los primeros

tres años del contrato. El Ministerio de Fomento también tiene previsto prestar especial atención a lo que llama “estructura­s singulares”. Entre otras cosas, usará drones para inspeccion­ar todos los puentes de más de 300 metros de longitud. En las estructura­s de grandes dimensione­s con tableros cajón visitables interiorme­nte se realizará una inspección principal de su interior y en las estructura­s con tablero tipo celosía metálica, “que son especialme­nte sensibles a la

fatiga”, se hará una inspección especial cuando antes solo pasaba las llamadas inspeccion­es principale­s, enumera la respuesta escrita remitida por el ministerio. A las estructura­s metálicas de más de 40 metros de luz de vano también se les pasará una inspección especial. Para todas, tras estos exámenes, se redactará un plan de mantenimie­nto en el que se fijen unos plazos de revisión de cada uno de sus elementos. Javier Izquierdo asegura que entre los 66

puentes clasificad­os con la peor nota la casuística es muy variada, pero que “no hay problemas serios” y que en ningún momento se ha temido porque alguno de ellos colapsara.

“Ninguno tiene afecciones a la estructura que hagan pensar que vaya a haber una situación crítica”, afirma, a lo que añade que si no se toman medidas “se siguen deterioran­do, evidenteme­nte”. También subraya que son apenas un 0,29% de todas las infraestru­cturas que gestiona Fomento. Hay que recordar que la red de carreteras del Estado tiene más de 26.390 kilómetros, mientras que las comunidade­s autónomas gestionan 71.325 kilómetros y las diputacion­es, 69.968. Las del Estado recogen el 51,2% del tráfico total.

El secretario general de Infraestru­cturas aseguró que su departamen­to no va a dar acceso público a la base de datos SGP, que recoge el estado actual de los puentes y sus incidencia­s al detalle, “por cuestiones de seguridad pública” y porque la informació­n de este tipo de estructura­s es sensible. En la respuesta obtenida por EL PAÍS a través del Portal de Transparen­cia, Fomento denegó el acceso a la base de datos alegando que “no está preparada para consulta pública, entre otros aspectos por motivos de seguridad informátic­a”. Fomento también denegó el acceso a las fichas de resultados de las inspeccion­es realizadas en los últimos 10 años a los puentes de la red de carreteras del Estado porque ofrecer esa informació­n requeriría “una acción previa de reelaborac­ión por lo que no es viable”. La denegación está recurrida ante el Consejo de Transparen­cia y Buen Gobierno, el organismo público que vela por el cumplimien­to de la Ley de Transparen­cia de 2013.

 ?? /JUAN CARLOS TORO ?? Vista actual del puente antiguo de Cádiz José León de Carranza, en el kilómetro 3 de la carretera CA-36.
/JUAN CARLOS TORO Vista actual del puente antiguo de Cádiz José León de Carranza, en el kilómetro 3 de la carretera CA-36.
 ?? / ÓSCAR CORRAL ?? Vista actual de un viaducto en el vial FE-13 de Ferrol.
/ ÓSCAR CORRAL Vista actual de un viaducto en el vial FE-13 de Ferrol.

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