“El deterioro de la seguridad es un freno para luchar contra la epidemia”
TARIK JASAREVIC Portavoz de la Organización Mundial de la Salud
Tarik Jasarevic, portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), asegura que este organismo ya había advertido del alto riesgo de contagio de la epidemia de ébola de la República Democrática del Congo a los países vecinos, lo que ha permitido que Uganda esté preparada. Pese a ello, alerta de que la respuesta de la comunidad internacional no llega a cubrir las necesidades.
Pregunta. El ébola salta a Uganda, ¿qué escenario se abre?
Respuesta. La OMS venía advirtiendo desde agosto del alto riesgo en que se encontraban los países vecinos y trabajando para que estuvieran preparados. Uganda, con amplia experiencia, se ha preparado en los últimos meses y ha respondido con rapidez.
P. ¿Tiene previsto la OMS replantearse una declaración de emergencia global?
R. Se ha convocado una comisión de emergencia para mañana, pero eso no implica que hagamos tal declaración que solo se produce si la situación es “grave, repentina, inusual o inesperada, si conlleva implicaciones para la salud pública más allá de las fronteras nacionales del Estado afectado y si puede requerir una acción internacional inmediata”.
P. ¿La reacción y apoyo financiero de la comunidad internacional está siendo suficiente?
R. La OMS y sus socios requieren financiación inmediata y sostenible. Las necesidades actuales, entre febrero y julio, se
“Si no se reciben fondos, la OMS no podrá sostener la respuesta actual”
elevan a 98,4 millones de dólares y sólo hemos recibido 39,2 millones. Este déficit de fondos es inmediato y crítico, si no se reciben los fondos la OMS no podrá sostener la respuesta en la escala actual.
P. En diez meses no se ha podido controlar la epidemia, ¿por qué?
R. El deterioro de la seguridad es un freno. El brote se produce en uno de los entornos más complejos en los que hemos operado nunca. Tenemos incidentes cada semana y esto retrasa la respuesta. Si no podemos acceder a las comunidades no podemos vacunar, tratar a los enfermos o rastrear los contactos. Pese a todo, una disminución reciente en los casos muestra signos de desaceleración, una tendencia que debe interpretarse con cautela.