La Junta abre expediente a las profesoras que vejaron a una niña autista
“No vamos a consentir que estas profesoras vuelvan a estar en la docencia”. Así de tajante se mostró ayer el consejero andaluz de Educación, Javier Imbroda, sobre las tres educadoras del colegio Cervantes de Dos Hermanas (Sevilla) denunciadas la semana pasada por los padres de una niña con síndrome autista por presunto maltrato hacia la menor. La Junta les ha abierto un expediente administrativo por falta grave, que podría terminar en suspensión de empleo y sueldo, si la consejería decide imponer la sanción más dura.
El expediente quedará en suspenso hasta que concluya la vía penal que ha abierto un juzgado de Sevilla. Las tres acusadas, la logopeda, la tutora y la monitora del aula especial, además de la directora del Cervantes, han sido llamadas a declarar en calidad de investigadas el 28 de junio.
La Inspección educativa ha decidido no incluir en su expediente a la responsable del colegio, si bien, en las próximas semanas “va a someter al centro a una evaluación exhaustiva, casi una auditoría”, advirtió Imbroda. Además de la reclamación y la querella de los padres de la niña, a la que en breve se sumará la de la familia de otro menor que acudía a la misma aula, el centro fue denunciado en 2017 por otro caso de supuesto maltrato a un niño con necesidades especiales, que fue archivado.
Baja médica
Las tres docentes investigadas están de baja médica, confirmó la consejería. La logopeda llevaba en el centro tres años; la tutora y la monitora se han incorporado este curso. Todas rondan los cuarenta años. En el caso de que quisieran reincorporarse antes de que se resolviera el proceso penal, Educación confirmó que solicitarán medidas cautelares para evitarlo. “Se trata de profesionales que no queremos en el sistema”, dijo Imbroda.
El pasado 22 de abril, los padres afectados, ante las sospechas de que en el colegio se estuviera produciendo una situación irregular ocultaron una cámara en la mochila de su hija. Las grabaciones desvelaron el maltrato que las profesoras infligían a la niña, a la que gritaban y decían, entre otras cosas, que tenía “el cerebro muy tocado”. Los otros cuatro alumnos que acudían al aula especial han dejado de asistir. El centro no ha querido informar de si ha sustituido a las profesoras por si acaso alguno de los niños se reincorporara, ni se ha pronunciado sobre el expediente sancionador de la Junta.