España presiona para que haya un presupuesto anticrisis
Europa enfila su séptimo año de crecimiento. Sin embargo, las políticas proteccionistas de Donald Trump, el Brexit e Italia siguen antojándose como posibles catalizadores del proceso de desaceleración. El Banco Central Europeo ya tomó cartas en el asunto al retrasar la subida de tipos hasta 2020. Ayer era el turno de los Diecinueve, que debían decidir si dotan a la zona euro de un presupuesto para hacer frente a nuevas crisis económicas o financieras. Los socios de la moneda única llegaban a esta última reunión arrastrando la división registradas los últimos meses: Holanda mantiene sus recelos ante ese instrumento y quiere condicionarlo a reformas, mientras que España rechaza de lleno esa posibilidad.
Multitud de cuestiones seguían anoche abiertas, entre ellas, “algunos desacuerdos”, según admitieron fuentes comunitarias. De momento, se está analizando una dotación muy limitada, de alrededor de 17.000 millones de euros. “Este no va a ser el bazuca que algunos pensaban”, señaló un alto funcionario de la UE.
El gran debate abierto es el empleo de esos fondos. Holanda quiere que sirva para sufragar reformas estructurales y que su recepción se vincule a su ejecución. En el otro extremo, España reclama que sirva para reformas e inversiones y que la única condición sea la culminación de los proyectos financiados. La ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, advirtió antes de la reunión que se mantendrá “firme” en que el presupuesto aporte “valor añadido”. Calviño evitó amagar con un bloqueo al presupuesto en caso de que vaya en dirección contraria a las expectativas españolas, pero se reservó esa opción. “Antes de hablar de vetos vamos a hacer todo lo posible para que haya un acuerdo”, agregó.