Vox amenaza con dejar la alcaldía de Zaragoza a la izquierda
Salvo cambio de última hora, el PSOE obtendrá hoy la alcaldía de Zaragoza, la quinta ciudad de España, a pesar de que la suma de las derechas tiene mayoría. Así lo advirtió ayer el dirigente de Vox Iván Espinosa de los Monteros, quien aseguró que el PP y Ciudadanos no contaron con su partido para anunciar el pacto por el que se reparten las tres capitales de provincia aragonesas. Aunque dejó abierta la posibilidad de un acuerdo in extremis, se mostró pesimista.
“Parece que Zaragoza no tiene solución”, dijo Espinosa de los Monteros, quien emplazó a empezar a negociar, a partir del lunes, una moción de censura contra la que podría convertirse hoy en nueva alcaldesa de la capital aragonesa, la socialista Pilar Alegría.
PP y Ciudadanos cerraron por la mañana un acuerdo que daría a los populares las alcaldías de Zaragoza y Teruel y al partido de Albert Rivera la de Huesca, dando por hecho que tendrían el apoyo de Vox, cuyos votos son imprescindibles.
Sin embargo, el partido de Santiago Abascal eligió la capital
aragonesa para echar un pulso a los socios de los dos partidos de derecha con los que todavía ayer negociaba una veintena de Ayuntamientos de capitales de provincia en toda España, consciente de que el coste de dejar gobernar a la izquierda en Madrid sería mucho más alto.
De hecho, Espinosa de los Monteros fue más cauto al hablar de la capital de España y se mostró confiado en alcanzar un acuerdo, aunque advirtió de que sus concejales votarán a su propio candidato a la alcaldía madrileña, Javier Ortega Smith, si no se llega a un pacto. “Estamos a tiempo de salvar Madrid”, dijo.
El órdago lanzado por el dirigente de Vox desde Madrid dejaba así en el alero el pacto alcanzado en Aragón entre el PP y Ciudadanos, que se plasmó en un catálogo de 50 medidas.
Poco después de que Vox lanzara su órdago desde Madrid, la cabeza de lista de Ciudadanos por Zaragoza, Sara Fernández, se reunió con los responsables locales del partido de Abascal. Fue, según fuentes de Cs, una “reunión de cortesía”, en la que Fernández se limitó a informar de su pacto con el PP, pero sin negociar nada.
A primera hora, la responsable de Ciudadanos se había reunido con la candidata socialista a la alcaldía. “Esta misma mañana estábamos reunidas en el Ayuntamiento de Zaragoza para conseguir ese objetivo de una gobernanza estable. Habíamos hablado de las líneas programáticas que queríamos desarrollar los próximos cuatro años, habíamos dejado también prácticamente cerrada una asignación de gobierno y ha saltado la noticia [del pacto con el PP]. Ella me ha negado conocerla”, aseguró consternada Alegría. “Después de los juegos oscuros de PP, Ciudadanos y Vox en Madrid, la ultraderecha va a manejar el Ayuntamiento de Zaragoza”, aseguró.
También Darío Villagrasa, secretario de Organización de los socialistas aragoneses, cargó contra el acuerdo. “La lista más votada [el PSOE] ha sido víctima de ese tablero de pactos nacionales,
en el que Pablo Casado y Albert Rivera han mercadeado con Aragón, con las ciudades de Zaragoza y Huesca y otros municipios como si de una partida de Monopoly se tratase”, afirmó.
El PSOE logró 10 concejales en la capital aragonesa pero se quedó a uno de la mayoría absoluta sumando sus ediles con los de Zaragoza en Común (3) y Podemos-Equo (2). Los de PP (8), Ciudadanos (6) y Vox (2) sí que daban una mayoría al candidato popular, Jorge Azcón, pero había que tejer el acuerdo.
Huesca y Teruel
Gracias al mismo pacto, Emma Buj, del PP, debería ser reelegida como alcaldesa de Teruel con el voto de los siete ediles de su partido y los tres de Ciudadanos, en un pleno integrado por 21 concejales y fragmentado en ocho partidos.
Por su parte, José Luis Cadena, de Ciudadanos, debería ser el nuevo alcalde de Huesca, a pesar de que el partido de Albert Rivera solo obtuvo tres de los 25 concejales. El PSOE fue la lista más votada con 10 ediles, uno más que el PP. Podemos consiguió dos y Vox, uno. La mayoría absoluta está en 13 concejales, por lo que Ciudadanos dependerá del partido de Abascal.
“Rivera se ha abrazado de una manera innegable a la ultraderecha de Vox. Sus socios europeos como Macron ya le venían avisando. Al final, el centro de Ciudadanos solo ha estado en el centro de la ambición del poder desmesurado por parte de Rivera. Ciudadanos no ha venido a regenerar, ha venido a ser el parapeto de la peor derecha”, aseveró Villagrasa. “Por más que Ciudadanos intente decir lo contrario, la realidad es que el día a día va a estar condicionado por Vox. Van a marcar presupuestos, ordenanzas...”, remarcó.