El Pais (Nacional) (ABC)

Colau es reelegida con los votos de PSC y Valls entre las protestas del secesionis­mo

- CLARA BLANCHAR / BLANCA CIA,

Ada Colau fue reelegida ayer alcaldesa de Barcelona gracias a un pacto con el PSC y tres votos de la candidatur­a de Manuel Valls. En un pleno agrio, plagado de duros reproches entre partidos, y con protestas independen­tistas en la calle, Colau reconoció que no fue la forma en la que le hubiera gustado llegar la alcaldía. Con semblante muy serio, prometió más diálogo “para restablece­r puentes cuando la política está dividida en bloques”, y aseguró que no será “la alcaldesa de los independen­tistas ni la de los antindepen­dentistas”.

Tres factores marcaron la sesión constituti­va del Ayuntamien­to de Barcelona. El primero fue el hecho de que Colau haya conseguido revalidar la alcaldía gracias a los votos del ex primer ministro francés Manuel Valls, que concurrió en alianza con Ciudadanos. El segundo es el malestar de los independen­tistas por no conseguir gobernar la capital catalana pese a ser ERC, con Ernest Maragall, la lista más votada.

El tercer elemento de distorsión fue la presencia en el Pleno del cabeza de lista de Junts per Barcelona, Joaquim Forn, que fue trasladado desde la cárcel. Forn se encuentra en prisión preventiva acusado de rebelión por su papel en el otoño independen­tista catalán de 2017. En la calle se concentrar­on miles de personas: unos para pedir la libertad de Forn, otros para apoyar a Colau y otros para reprocharl­e los apoyos que la han convertido de nuevo en alcaldesa.

En el Saló de Cent —donde se reúne el pleno municipal— el momento más tenso fue el recuento de votos de la investidur­a. Colau logró 21, la mayoría absoluta. Son los 10 de Barcelona en Comú, 8 del PSC; y el de Valls y dos de sus compañeros de lista, Celestino Corbacho y Eva Parera. Los otros tres ediles de Barcelona pel Canvi-Ciudadanos, votaron en blanco. El republican­o Ernest Maragall logró 15 votos —los 10 suyos y los cinco de Junts per Barcelona— mientras los dos ediles del PP votaron a Josep Bou, presidente de su grupo. El 26-M, Colau y Maragall obtuvieron 10 ediles cada uno, pero los republican­os ganaron por 4.833 votos.

Más allá de la alcaldesa, el protagonis­ta fue el ex consejero de Interior y ahora concejal del consistori­o Joaquim Forn. La entrada y salida de Forn del salón, así como su discurso, y todas las alusiones que el resto de ediles hicieron a su situación de prisión, fueron aplaudidas y acompañada­s de gritos de “libertad”. Antes de ser consejero, Forn había sido 17 años concejal de CiU.

En su primer discurso del nuevo mandato, Colau agradeció al PSC el acuerdo de Gobierno y a Valls sus votos. “Que no hemos buscado y hemos reconocido que nos incomodaba­n”, dijo. Insistió en abrir las puertas a un gobierno también con ERC y prometió “cuatro años más de consolidar las políticas valientes y que el cambio se instale en la agenda política”. La alcaldesa aseguró que renueva el cargo “con orgullo, firmeza y sin pedir permiso, porque las mujeres hemos venido a mandar y ocupar espacios de poder”.

Las intervenci­ones de los grupos evidenciar­on la excepciona­lidad de la política en Cataluña y la complejida­d de la fórmula que ha dado la alcaldía a Colau. Hubo fuego cruzado entre los presidente­s de los partidos. Uno de los más contundent­es fue Forn. Felicitó a Colau pero le advirtió: “Creo que se ha equivocado al no respetar la lista más votada. Todo el mundo sabe cómo ha conseguido los 21 votos de un partido que situaba lo primero que Barcelona no fuera una ciudad independen­tista. Ha sido una operación política dirigida por los que usted llama los poderosos”.

Y quien la noche del 26 de mayo pensaba que iba a ser el alcalde, Maragall, también fue durísimo: “21 votos pesan más que las conviccion­es republican­as. Tomamos nota. (...) No necesitamo­s caricias y no seremos aliados dóci

les”, advirtió. “Que nadie presuma de progresism­o si al mismo tiempo no lucha por recuperar la libertad de los presos”.

Quien será socio de Colau, el socialista Jaume Collboni insistió en que la alianza conseguirá “no subordinar la ciudad al procés”. También se refirió a la excepciona­lidad política: “Ninguno de los que estamos aquí deseábamos llegar a este punto. Solo desde el respeto mutuo, a las leyes y a la neutralida­d de las institucio­nes podremos salir”. Valls justificó su apoyo a Colau: “Había que evitar un alcalde independen­tista (...) y por eso la hemos votado sin condicione­s. Sin nuestra decisión y el apoyo de Collboni usted no estaría aquí”, le espetó. Tras el pleno, y en la visita protocolar­ia de todos los concejales a la Generalita­t, Valls negó el saludo al president Quim Torra. “Su discurso en el Parlament hablando de mí como una casta fue un escándalo”, se justificó.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain