El Pais (Nacional) (ABC)

Investidur­a con vallas en Sant Jaume

Gritos contra la regidora en la misma plaza que en 2015 la jaleaba

- ANA PANTALEONI,

“Sal, reina, te esperamos”, retaba una señora con lazo amarillo

“¡Cómo ha cambiado la película!”. De pie, tras la valla, se confesaba melancólic­o un joven que estuvo en la investidur­a de Ada Colau hace cuatro años. Entonces, entre globos y confetis, la nueva alcaldesa, vestida de rojo, recorrió a pie los escasos metros que separan el Ayuntamien­to de Barcelona del palacio de la Generalita­t entre la euforia de cientos de personas y sin necesidad de vallas. Ayer por la tarde la plaza fue más difícil para la alcaldesa del cambio. Lo reconoció la propia Colau en su discurso al decir que no era un día “exactament­e feliz”. “No es la forma con la que nos hubiera gustado llegar a la alcaldía”, dijo. Y se le notaba.

Una hora antes del inicio del pleno, la Assemblea Nacional de Catalunya (ANC) convocó una protesta contra el pacto de Colau con el PSC y a favor de la libertad de los políticos independen­tista presos. Y desde las cuatro de la tarde no dejaron de gritar frases como “Colau es un fraude”, “vendida” o “¿dónde está la traidora?”. Pero la protesta independen­tista convivió sin problemas, rozándose espalda con espalda, con los partidario­s de Colau que, aunque considerab­lemente menos en número, levantaban con fuerza sus banderas blancas a favor de la alcaldesa.

“Sal, reina, te estamos esperando”, decía una señora, con lazo amarillo en la solapa, en tono de amenaza y a grito pelado.

La líder de Barcelona en Comú no sonrió. “Pobre Colau”, dijo un espontáneo

Arrancó la tarde con la llegada de los invitados. Un bronceado Artur Mas; baño de masas para el grupo del PDeCAT con el exalcalde Xavier Trias a la cabeza, seriedad de Ernest Maragall y su esposa... Todo bajo gritos atronadore­s, pero sin llegar a mayores. De pronto, movimiento de policía. Parecía que había alguna pelea. Pero falsa alarma: eran Pere Navarro —delegado del Consorcio de la Zona Franca— y Miquel Valls —expresiden­te de la Cámara de Comercio de Barcelona—, que entraron entre el gentío por donde no tocaba.

La protesta aguantó el tono, con algunos picos. La gente reaccionó cuando el líder del PP catalán, Josep Bou, gritó “¡Viva España!”. Los manifestan­tes respondier­on con un “libertad presos políticos”. A Manuel Valls, el candidato apoyado por Ciudadanos, casi no se le escuchó desde la pantalla instalada en la plaza Sant Jaume. Su frase “en España no hay presos políticos” encendió de nuevo a los concentrad­os. Los partidario­s de Colau tuvieron su momento cuando durante el discurso de Quim Forn, concejal de Junts per Barcelona y en prisión preventiva por presunta rebelión, le gritaron “¡3%, 3%!”. Forn acabó lamentando que, en su caso, no podría cruzar la plaza con el resto de regidores porque el juez se lo ha impedido.

Tras la foto de grupo y el canto de Els Segadors, llegó el momento. Colau se enfrentaba al griterío. Policía a un lado y al otro. Su rictus era serio. No sonrió en ningún momento. “Pobre Colau”, dijo un espontáneo. El paseíllo no fue fácil. Entre el grupo, solo mostraba sonrisa, a lo Pantoja, un miembro del equipo republican­o. Ayer en Sant Jaume hubo vallas y hubo votos de Valls. Superado eso, Colau ya tiene la alcaldía de Barcelona.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain