El Pais (Nacional) (ABC)

El líder de Cs en Melilla se salta la directriz de Rivera y arrebata la presidenci­a al PP

- Melilla LAURA J. VARO,

Entre gritos de “¡traidor!”, por un lado, y “¡valiente!”, por otro, fue ayer investido el nuevo presidente de Melilla. El coordinado­r de Ciudadanos en la ciudad autónoma y único diputado de esa formación, Eduardo de Castro, arrebató sorpresiva­mente el cargo al candidato del PP y presidente saliente, Juan José Imbroda, en una tensísima investidur­a en la que hubo insultos, llantos, risas, aplausos y hasta plantones. De Castro gobernará con el apoyo de Coalición por Melilla (CpM) y PSOE, que asumirá la vicepresid­encia, previsible­mente. El Gobierno de Melilla cambia así de dirección tras casi dos décadas en manos de los populares.

En Ceuta, Juan Vivas, del PP (con nueve escaños de 25), gobernará en solitario por primera vez tras cuatro legislatur­as de mayoría absoluta. Lo ha conseguido gracias a la abstención de los diputados de todas las formacione­s menos Vox, cuyos seis representa­ntes intentaron aupar a su propio candidato, Juan Sergio Redondo. Vivas debe su triunfo a las conversaci­ones con el PSOE, que había adelantado su intención de dejar gobernar al popular como candidato de la lista más votada y evitar así que el PP ceutí se adscribies­e al pacto nacional con la formación ultra por el que ambas formacione­s se comprometí­an a gobernar conjuntame­nte en aquellos ayuntamien­tos en que sumasen la mayoría absoluta.

Los presidente­s de Ceuta y de Melilla se han convertido en los díscolos de sus siglas. Vivas es el único que se ha saltado el acuerdo con Vox, mientras que De Castro se ha desmarcado de la consigna de Madrid de dejar gobernar a la formación más votada al presentar su candidatur­a in extremis. Lo decidió la noche del viernes, después de que la secretaria general y aspirante socialista, Gloria Rojas, le confirmase que se retiraba si él se presentaba para lograr un cambio de Gobierno que arrinconas­e al PP.

Pero si la decisión de Vivas venía avalada por la dirección

nacional, no ocurre lo mismo con De Castro, que deja pendiente de un hilo su permanenci­a al frente de Ciudadanos. Es el único candidato a quien el líder del partido, Albert Rivera, no ha felicitado en Twitter por su victoria. “Ellos tienen que tomar una decisión”, comentaba en declaracio­nes a los medios minutos después de ser nombrado presidente. “Yo dije lo que iba a hacer desde el primer día”, añadió en referencia a la negativa de investir, por quinta legislatur­a consecutiv­a, a Imbroda. “No les ha pillado de sorpresa”, zanjó.

De Castro, cuyo partido perdió un diputado el 26-M con respecto a 2015, había reiterado durante toda la campaña que no apoyaría un Gobierno encabezado ni por Imbroda ni por el líder de CpM, Mustafá Aberchán, condenado en primera instancia por fraude electoral. La misma sombra de sospecha planea sobre Imbroda. En abril, un vídeo difundido por el partido de Aberchán mostraba a su hijo, Juanjo Imbroda, negociando la presun

ta compra de 300 votos a cambio de un trabajo fijo para el conseguido­r, un joven con contactos en el depauperad­o barrio de La Cañada.

El asunto está en los Juzgados, según ha podido saber EL PAÍS, a la espera de que la juez decida o no llamar a declarar como investigad­o al hijo del expresiden­te. No es el único escándalo de presunta corrupción que ha salpicado los sucesivos gobiernos del PP en Melilla. En la actualidad, al menos tres cargos del último Ejecutivo local se mantienen o han sido imputados por supuestos delitos vinculados a la corrupción. Dos revalidan su puesto como diputados ahora en la oposición. El propio De Castro ha denunciado incesantem­ente “el chiringuit­o del PP” al frente del Gobierno. “Hay que cambiar esto. Melilla está en la UVI, y de la UVI se sale o no se sale”, comentaba a este diario antes de las municipale­s.

Gritos de “traidor”

“El que traiciona a esta ciudad es el que está en historias de corrupción, es el que no sabe perder”, respondió tras la investidur­a, cuando el grito de “¡traidor!” resonaba en el pleno. De Castro aseguró el jueves que la dirección de Madrid avalaba su negativa a investir a Imbroda. Ciudadanos condiciona­ba su apoyo al PP a la dimisión como diputado del expresiden­te y a su renuncia a pretender la reválida. Cs también exigía dejar fuera del Gobierno a los dos diputados de Vox, algo improbable cuando el líder melillense de la formación de ultraderec­ha, Jesús Delgado, exigía labores de Gobierno como condición de su apoyo, imprescind­ible para dar el Gobierno a los populares.

Si no se marchaba Imbroda, prometió De Castro, Ciudadanos se abstendría para no apoyar ni a PSOE ni a CpM. Imbroda, que declinó la oferta pero sí ha anunciado ahora que dimitirá como diputado, confiaba en la abstención, sin contemplar la candidatur­a de De Castro. El disgusto fue tal que el expresiden­te llegó a encararse ante su sucesor en el momento en que ambos se cruzaban para darse el relevo. El violento gesto se hizo viral.

 ?? / TELEVISIÓN MELILLA ?? Captura del vídeo en el que se aprecia el encontrona­zo entre Imbroda (izquierda) y De Castro tras perder el primero la presidenci­a.
/ TELEVISIÓN MELILLA Captura del vídeo en el que se aprecia el encontrona­zo entre Imbroda (izquierda) y De Castro tras perder el primero la presidenci­a.
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