Los pactos ‘contra natura’ agitan algunos municipios
El PSC gobernará en el pueblo de Junqueras y el PSOE retiene Torremolinos gracias a una edil expulsada por Vox
Lejos del foco de los grandes núcleos municipales, algunos consistorios se salieron del guion. Pactos contra natura por enemistades personales y otras decisiones polémicas marcaron la jornada en algunas localidades españolas. El acuerdo entre socialistas y Ciudadanos en la alcaldía catalana que un día dirigió el líder de ERC, Oriol Junqueras, y la victoria del PSOE en Torremolinos gracias a una concejal a la que expulsó Vox por apoyar el movimiento LGTBI destacaron entre las principales anécdotas.
El socialista Miguel Comino fue investido alcalde de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), el pueblo del exvicepresident de la Generalitat, y le arrebató así la alcaldía a Esquerra. En un salón de plenos repleto, y mientras decenas de personas seguían la sesión desde la plaza del Consistorio, Comino recibió la vara de mando gracias a los tres votos de Ciudadanos, con los que había llegado a un acuerdo de gobierno. El pacto permitirá a los tres regidores naranjas incorporarse al Gobierno del Consistorio en enero de 2020. “Queremos que el Ayuntamiento deje de ser una trinchera y sea un paraguas para la convivencia de la ciudadanía”, expresó el nuevo alcalde.
Frente a ese mensaje, la anterior alcaldesa, Maite Aymerich, reprochó a Comino haber aceptado los votos de Ciudadanos y no haber querido un gobierno con Junts per Sant Vicenç, la plataforma que integra
ERC. La republicana aseguró que se quedará en la oposición.
También el PSOE ha sido el partido beneficiado por la situación anómala ocurrida en Torremolinos. El partido ha mantenido la alcaldía gracias al voto de una exedil de Vox, Lucía Cuín. Lo que parecía imposible tras los resultados del 26-M, que permitían gobernar al Partido Popular con el apoyo de Ciudadanos y Vox, ha sido posible debido a la expulsión de Cuín hace unos días de su partido por participar en un acto del Orgullo LGTBI. Dejó el partido, pero se negó a devolver su acta.
Finalmente ese voto ha sido decisivo. Su apoyo, junto al de la representante de Por mi Pueblo, Avelina González, y el de los tres de Adelante Torremolinos, permite al socialista José Ortiz mantener la alcaldía que ha ostentado los últimos cuatro años. PP y Ciudadanos habían llegado esta semana a un acuerdo de gobernabilidad que no les ha servido para nada. El giro le valió a Cuín una ristra de abucheos cuando se produjo la votación. La tensión se mantuvo durante toda la sesión.
En el capítulo de alianzas que rompen la lógica de bloques resalta la forjada en Jerez de los Caballeros (Badajoz). Allí, el candidato de Podemos-IU, Juan Carlos Santana, fue elegido alcalde con los votos a favor de PP y Ciudadanos, según informa Efe. El objetivo era desbancar al PSOE, que ha gobernado en el municipio durante los últimos ocho años y que fue la fuerza más votada en las pasadas elecciones. Como en otros casos de alcaldías controvertidas, la constitución de la corporación municipal se desarrolló en un ambiente muy crispado.
La enemistad entre los ediles de Vox y del PP ha dado un vuelco a la alcaldía de Villaviciosa de Odón (Madrid). El candidato de Ciudadanos, José Luis Pérez Viú, asumió la alcaldía al ser apoyado por su partido (tres ediles), Vox (cinco ediles), PSOE (tres ediles), Agrupación Vecinos por Villaviciosa y Más Madrid (un edil cada uno). Pérez Viú sucede a Pilar Martínez, la candidata más votada, pero que únicamente obtuvo el apoyo de los siete ediles del PP porque se presentó a la investidura sin pactar con otras fuerzas.
La derecha apoya a IU
Mayor sorpresa se llevó Gabriel Tomás, de Izquierda Unida, al ser elegido alcalde en Muro de Alcoi (Alicante) con los votos de PP y Ciudadanos. “Me fui a dormir pensando que iba a ser concejal de la oposición y me llevé una sorpresa cuando PP y Cs me votaron como alcalde; no tenía ni idea”, manifestó a Europa Press. Pese a que Compromís partía como favorito para mantener la vara de mando con Jovita Cerdà, gracias al apoyo de los socialistas, los partidos de la derecha se unieron inesperadamente para apoyar al candidato de IU.
En Mondariz (Pontevedra), el PP le dio por sorpresa el mando al candidato del BNG, Emilio Barros. Y en La Roda de Andalucía (Sevilla), el partido de Pablo Casado aceptó un gobierno conjunto con Adelante/IU —se alternarán durante la legislatura— como alternativa a la mayoría simple cosechada por el PSOE.