“Algo va a caer seguro; Segunda no es Primera, en Segunda cae”
Al día siguiente del batacazo de las pérdidas de la trama Oikos por la fallida apuesta combinada al Valladolid-Valencia y al Getafe-Villarreal, sigue funcionando la grabadora instalada por la policía en el coche de Carlos Aranda, uno de los presuntos cabecillas. Son las ocho y media de la tarde y va acompañado de su primo, Carlos López Aranda Buitre ,y de un amigo, Iván Alonso Barquilla.
Aranda sigue dándole vueltas a cómo recuperarse de las cuantiosas pérdidas sufridas la tarde anterior, y a cómo ayudar a recuperarse a sus amigos, que habitualmente siguen sus consejos. Acabada la competición de Primera, aún les quedan partidos de Segunda por delante.
—Barquilla: ¿Qué hago, Carlos, dejo metido algo en Bet por si acaso?
(...)
—Carlos: Algo va a caer seguro, vamos, eso lo tengo seguro, eso lo tengo clarísimo. Segunda no es Primera, en Segunda siempre cae.
—Buitre: Hay que preguntar si alguien está aliado, hermano.
—Carlos: No te preocupes, que claro que habrá hecho... —Buitre: Claro, claro, seguro. —Carlos: Porque éste gana dinero... Siempre pasa igual, antes [ininteligible].
—Barquilla: Es muy peligroso, tío. Yo apuesto una vez más y si pierdo no apuesto nunca más.
Sin embargo, no todo son malas noticias esa noche. En sus informes, la policía recoge también otro fragmento de conversación producida un par de horas después en el automóvil en el que siguen Aranda, Buitre y Barquilla: “Carlos les dice que hoy su salón de juegos de La Palmilla ha podido ganar entre unos 30-40 mil euros, Iván le pregunta que cuánto le queda de eso, respondiendo Carlos que unos 17.000, 18.000 euros”, resumen los agentes.
“El lunes me voy a quitar el teléfono, voy a ir a Movistar y le digo, cámbiame el número, cuánto es, se acabó, a mí que no me llamé Raúl Bravo, que no me diga nada nadie”, se propone Aranda.