El Pais (Nacional) (ABC)

‘Software’ espía y micros en el coche de “los malos”

Los agentes usaron un programa para vigilar en remoto los móviles de los cabecillas

- Ó. L.-F. / D. Á.,

“Intenta de todas maneras, ya sabes, no hablar mucho, no hables mucho por el móvil de ciertas cosas, por si acaso, ya sabes...”. Las conversaci­ones telefónica­s intervenid­as con autorizaci­ón judicial en la Operación Oikos revelaron que los presuntos integrante­s de la trama de corrupción deportiva adoptaban numerosas medidas de seguridad en sus conversaci­ones, lo que impedía a los investigad­ores recabar todas las pruebas necesarias para avanzar en sus pesquisas. Los teléfonos encriptado­s, cambios frecuentes de números de móvil, uso de aplicacion­es de mensajería instantáne­a y palabras clave que utilizaban Raúl Bravo y Carlos Aranda —a los que otros implicados llamaban “los malos” por las amenazas que vertían para cobrar deudas— obligaron a la policía a pedir autorizaci­ón al juez para colocar micrófonos en sus coches, ocultar balizas de geolocaliz­ación e, incluso, instalar software espía en sus móviles. Dispositiv­os similares se utilizaron en la Operación Mito que permitió la última detención del narco gallego José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, y para incriminar en el caso Lezo al expresiden­te de la Comunidad de Madrid Ignacio González.

“Como se ha podido observar, [los presuntos integrante­s de la trama] cuidan mucho que sus conversaci­ones no sean intervenid­as, utilizando para ellos aplicacion­es informátic­as de mensajería instantáne­a tipo Whatsapp, Telegram, Messenger, etc.… para hablar de los asuntos más ‘delicados’ y que pudieran compromete­rles en un futuro procedimie­nto judicial contra ellos”, destacan los agentes en un oficio que remitieron el pasado 26 de febrero al juez.

En él, la policía solicitaba precisamen­te al magistrado autorizaci­ón para instalar un programa espía en el teléfono del jugador del Deportivo Íñigo López, al que los investigad­ores adjudican un papel clave en la trama de corrupción deportiva. En este documento, los agentes insisten en que, “aunque las conversaci­ones telefónica­s estén proporcion­ando indicios claros de que la Organizaci­ón Criminal se dedica al amaño de partidos, existe cierta informació­n que se pierde por culpa de la utilizació­n de estas aplicacion­es” para justificar la necesidad de utilizar esta tecnología con el teléfono del jugador del Deportivo. No fue el único. Varios terminales de los presuntos cabecillas de la trama, Bravo y Aranda, y del presidente de la SD Huesca, Agustín Lasaosa, también fueron intervenid­os de esta manera.

En otro documento policial incorporad­o al sumario, y al que ha tenido acceso EL PAÍS, los agentes piden al magistrado autorizaci­ón para instalar en sendos vehículos de Bravo y Aranda micrófonos para captar las conversaci­ones que mantienen en su interior ya que consideran que es allí donde “mantienen reuniones de interés”. Los investigad­ores infieren de una de las conversaci­ones grabadas por este sistema a finales del pasado marzo en el automóvil de Aranda que las actividade­s presuntame­nte delictivas del exjugador van más allá del amaño de partidos y que “se encuentra dentro de una organizaci­ón criminal que se dedica al tráfico de varios tipos de sustancias estupefaci­entes, entre ellas, la cocaína”.

Los informes recogen que en estas conversaci­ones se escucha al exfutbolis­ta hablar de “caletear” un vehículo (practicarl­e huecos para ocultar droga), de conseguir nuevos clientes y de un tal Rubén, de Ibiza, que es la persona que le encripta los teléfonos móviles.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain