Detenidos cerca de 800 migrantes en el sur de México
Los arrestos se producen una semana después del pacto migratorio con EE UU
Las autoridades mexicanas detuvieron el sábado a 791 migrantes en el Estado de Veracruz, que viajaban en la caja de cuatro camiones. Los extranjeros fueron arrestados por la Policía Federal y agentes del Instituto Nacional de Migración cerca del municipio de Cosoleacaque, a unos 65 kilómetros de la frontera con el Estado de Tabasco.
La operación se produce ocho días después de que México se comprometiera con Washington a endurecer su política migratoria para contener así la mayor crisis diplomática que ha tenido el presidente Andrés Manuel López Obrador con su vecino del norte. Se desconoce la nacionalidad de los arrestados, pero los Gobiernos de México y EE UU apuntan a Centroamérica como el epicentro del problema migratorio. Los migrantes fueron llevados a la estación migratoria de Acayucan y los conductores, detenidos.
El Gobierno mexicano pactó en una ronda de negociaciones con el Ejecutivo estadounidense celebrada la semana pasada frenar el flujo migratorio, y Donald Trump ya ha advertido de que, de no cumplir su promesa, México pagará las consecuencias. Por el momento, está en juego que el país latinoamericano se convierta en tercer país seguro —aquel que recibe a los refugiados—, algo que reclama Washington y a lo que México se niega.
La masiva detención afianza el mensaje de mano dura que quiere escuchar la Casa Blanca y alejan los fantasmas de la subida de aranceles, con la que ya amenazó Trump a México el 30 de mayo si no se comprometía a reducir la inmigración que llega hasta la frontera estadounidense. Entre los compromisos que el Gobierno mexicano adquirió está enviar a la frontera 6.000 miembros de la Guardia Nacional. Está previsto que el nuevo cuerpo complete su despliegue en los próximos días.
La detención de los migrantes se produce un día después de la renuncia del encargado de Migración de México, Tonatiuh Guillén. Su salida confirmaba el giro de López Obrador hacia una política migratoria más dura, aunque las palabras pronunciadas el sábado por el presidente en Cuauhtémoc (Chihuahua), parecen contradecir esa intención: “Tenemos siempre que darle un buen trato a todos los seres humanos, hayan nacido en cualquier parte del mundo, en cualquier parte del universo”.