Consejos para embarazadas e inmunodeprimidos
Las manos.
Lavar con jabón y agua caliente al menos durante 20 segundos antes y después de manipular alimentos.
La cocina.
Encimera, tablas y utensilios deben ser lavados a fondo tras manipular carnes, pescados, frutas, vegetales y cualquier otro alimento crudo.
La nevera.
Vigilar que el frigorífico mantiene una temperatura de 4ºC o menor. Guardar los alimentos cocinados en el frigorífico el menor tiempo posible, en recipientes cerrados y lejos de los quesos y los alimentos crudos. Respetar siempre la fecha de caducidad en los productos que se compran precocinados.
Los fogones.
Cocinar completamente las carnes hasta alcanzar los 71ºC (cambia de color la parte central). Las sobras no deben tomarse frías y hay que recalentarlas a más de 75˚C.
Los lácteos.
Hay que evitar consumir leche no pasteurizada y quesos hechos con ella (leche cruda), especialmente los de pasta blanda.
Las carnes y embutidos.
No consumir carne cruda y poco hecha. Tampoco embutidos loncheados y envasados, salvo los cocinados a más de 71ºC como croquetas y pizzas.
Los pescados.
Tampoco es recomendable consumir ahumados refrigerados y marinados, así como patés refrigerados.
Las verduras.
No consumir brotes crudos (soja, alfalfa...) ni frutas y hortalizas sin pelar o desinfectar, incluyendo ensaladas embolsadas.
Los bocadillos.
Evitar los envasados que contengan vegetales, huevo, carne, fiambres y pescado.