El Valencia resiste penalti a penalti
Carlos Soler transformó en el minuto 88 la pena máxima que dio un punto a los de Bordalás ante un buen Granada, víctima de su único error del partido
Penalti a penalti, ambos transformados por Carlos Soler, el Valencia alcanza los cuatro puntos tras frustrar a un buen Granada, que tuvo el partido en sus manos, pero que pagó muy caro su único error grosero a lo largo del partido. A los 85 minutos, Puertas se hizo un lío al sacar un balón del área. Gayà, muy listo, le robó la pelota y el extremo andaluz lo derribó. Un voleón le hubiera solucionado todos los problemas al Granada. Las malas decisiones se pagan en el fútbol. Empató Soler para poner el punto final a un partido muy igualado, intenso, con muchos choques, en el que acabaron decidiendo los detalles. Por ejemplo, con el 1-1, un milimétrico fuera de juego en el último minuto impidió el gol de Montoro que hubiera supuesto el 2-1. El Granada jugó bien, ofreció un interesante despliegue táctico y acabó cediendo la igualada en una jugada que no debió ocurrir. El Valencia, invicto, espera fichajes y compite.
El entrenador del Granada, Robert Moreno, preparó a conciencia el duelo ante el Valencia. La defensa de tres centrales, la colocación de dos puntas que se complementaron a la perfección y la simplificación del juego fueron las bases del estilo del equipo andaluz. El Granada le cedió el balón al Valencia y lo sorprendió en una jugada a los 16 minutos que seguramente resumió a la perfección lo escrito en la pizarra. La afición andaluza, que regresó a Los Cármenes, vibró con el gol al contragolpe en tres toques que se fabricaron Neva, Bacca y Luis Suárez.
Ocurrió, no obstante, que el Valencia es un equipo que también sabe lo que hace. Respondió al buen partido del Granada con un aluvión de llegadas al área andaluza. Entonces fue un valenciano, el meta Aarón, el que sostuvo a su equipo. Donde no llegaba Aarón lo hacía Duarte, que salvó bajo palos un remate de su compatriota Guedes.
El duelo, igualado, lleno de disputas, se manchó también de sangre después de dos encontronazos tras los que hasta cuatro jugadores necesitaron vendajes ante la contundencia de los golpes. No se regalaba ni un metro en una pelea sin cuartel entre dos equipos bien trabajados.
El Valencia mandó en el inicio de la segunda mitad. Gozó de ocasiones ante un Granada diluido, que, sin embargo, se rehízo sobre todo a balón parado. Salvó Mamardashvili, de nuevo titular, un remate de Gonalons, hasta que Puertas se equivocó y Soler, un gran lanzador de penaltis, hizo el 1-1 definitivo.
GRANADA 1
VALENCIA 1