Banesto o el fin de Mario Conde
El banquero con aspiraciones políticas acabó en la cárcel
Eran años de reconversiones y de adaptación a la Unión Europea, a la que España se había incorporado en 1986. El sector bancario vivió una profunda transformación. El Bilbao fue el primero en mover ficha con una opa (fue la primera vez que se oía este vocablo, acrónimo de oferta pública de adquisición) sobre Banesto, que esta entidad consideró hostil.
La resistencia a la operación la encabezó Mario Conde, un ambicioso abogado del Estado que, además de auparse a la cúpula de la entidad, comenzó a abrirse camino en la política hasta aparecer como gran esperanza de la derecha. Conde ideó la fusión con el Central. Para ello acudió a Cartera Central, una sociedad que tenía el 10% del Central y que se repartía entre el grupo Kuwait Invesment Office (KIO), representado en España por Javier de la Rosa, y los primos Alberto Cortina y Alberto Alcocer, entonces casados con las hermanas Koplowitz y al mando de la constructora FCC. Era la unión de dos enfermos. La operación fracasó.
Conde siguió con una gestión muy personalista de Banesto y operaciones que se salían de la ortodoxia financiera. Utilizó como brazo armado el potente grupo industrial del banco, con la intención de sacarlo a Bolsa y arreglar los desaguisados financieros que le habían granjeado varios conflictos con el Gobierno y advertencias del Banco de España. La operación se frustró por la Guerra del Golfo en 1991. La entidad empezó a hacer agua por todas partes.
En abril de 1994, a los cuatro meses de su intervención, Banesto acabaría en manos del Banco Santander. Mario Conde fue condenado a 10 años de cárcel —ampliados a 20 por el Supremo—, de los que no llegó a cumplir la tercera parte. Entre otros delitos se le acusó de estafa y apropiación indebida y de haber generado un agujero de 605.000 millones de pesetas. Antes, había sido condenado por apropiación indebida y falsedad en el caso Argentia Trust a seis años por retirar 600 millones de pesetas que fueron ingresados en Suiza.