El pufo que dañó a la CNMV
La firma engañó a 2.000 clientes e hizo caer a un secretario de Estado
En el mundo bursátil explotó en 2001 el caso Gescartera, una sociedad de Bolsa y gestión de carteras donde desaparecieron más de 18.000 millones de pesetas (unos 110 millones de euros). Hubo más de 2.000 afectados, la mayoría pequeños inversores, pero también personas jurídicas como la Mutualidad de la Policía, los Huérfanos de la Guardia Civil, la Fundación Once, Manos Unidas, San Pablo CEU y varios obispados y arzobispados.
Al frente de la sociedad estaba Antonio Camacho, un muchacho del humilde barrio de Usera, en Madrid. Camacho había fundado Gescartera en 1992 con su padre (exempleado de Banesto), un hombre muy religioso y muy conectado a instituciones católicas. El dinero de los clientes no era reinvertido y, mientras, Camacho hijo llevaba un tren de vida supersónico: coches de lujo, pisos en barrios caros de Madrid, un chalé en La Moraleja, escoltas, chófer, trajes de Armani... Al tiempo que su cartera, crecían sus relaciones sociales. Se divorció y comenzó un noviazgo con Laura Morey, hija del cantante Jaime Morey, quien fue contratado por Gescartera como comercial.
La firma fue intervenida por la CNMV, que la investigaba desde 1998. La presidenta del organismo, Pilar Valiente, dimitió por sus relaciones con Gescartera, al igual que el vicepresidente, el exdiputado del PP Luis Ramallo, que había trabajado como notario para la firma e intercambiado regalos con Camacho. Enrique Giménez-Reyna, cuya hermana Pilar era la presidenta de Gescartera, dimitió como secretario de Estado de Hacienda.
El fiscal consideró que, en los nueve años de actividad, Gescartera había defraudado a sus clientes desviando fondos a sociedades fantasma y con prácticas piramidales. Camacho ingresó en prisión, y en 2008 fue condenado a 11 años de cárcel por apropiación indebida y falsedad documental. Salió en 2016, se fue a vivir con su madre e intentó ejercer como abogado.
Una comisión parlamentaria de investigación eximió al Gobierno de Aznar de responsabilidad.