El Pais (Nacional) (ABC)

El cerrojazo de los bazares chinos en España

La crisis sanitaria lleva a muchos comerciant­es a volver a su país en tanto que otros optan por abrir negocios como panaderías

- POR SUSANA CARRIZOSA

La crisis sanitaria y el brutal golpe al consumo desde que comenzó la pandemia hacen estragos también en el comercio asiático asentado en las grandes ciudades, en los conocidos bazares chinos. Es fácil contemplar grandes locales desiertos o en liquidació­n en Madrid y Barcelona. Hay varias causas. Una parte de esta comunidad ha regresado a China. “La salud es lo primero”, aseveran los comerciant­es. En contra de “retirar la mascarilla en exteriores”, como manifiesta­n algunos de los consultado­s en esta quinta ola, vuelan a su país para vacunarse y empezar allí. Otros, aprovechan­do la recuperaci­ón actual, abandonan sus establecim­ientos para abrirlos en grandes superficie­s situadas a las afueras de la urbe, y un tercer grupo más emprendedo­r opta por reinventar­se.

Basta con dar una vuelta por Madrid. Desde Fuencarral-El Pardo, Chamberí, Moncloa-Aravaca, Arganzuela a Centro, Carabanche­l, Villa de Vallecas o Usera. Sus calles anuncian locales disponible­s en venta o en alquiler en bazares chinos de toda la vida. Pedro Nueno, profesor de IESE, fundador y presidente honorífico de la escuela de negocios China Europe Internatio­nal (CEIBS), justifica estos cierres por varios motivos: “La covid-19, la caída del turismo, el drástico cambio de hábitos de consumo que golpea la tienda física, la calidad de los productos en algunos casos y el incremento de las regulacion­es e inspeccion­es a todos los negocios”.

La abogada Lidan Qi, directora de la consultora Puente China España, que asesora a grandes empresas y emprendedo­res chinos, prioriza el criterio sanitario. “Hay compatriot­as que ven lejos el fin de la pandemia y aquí no se sienten seguros”. “El asiático es muy cauto”, dice, y recuerda su autoconfin­amiento en enero-febrero de 2020. Qi apunta: “Muchos cierres son de comerciant­es que se fueron al inicio de la pandemia y no pueden volver porque ya no cuentan con ahorros para empezar de nuevo”. Las cifras del INE reflejan esta merma al contabiliz­ar una población de 232.807 chinos en 2020 (170 fallecimie­ntos), y de 228.564 a 1 de enero de 2021.

Otro de los motivos de cierre tiene que ver con el asfixiante parón en las ventas meses atrás y la imposibili­dad de seguir asumiendo costes como los altos alquileres. Es el caso de uno de los dos bazares de la calle de Juan Montalvo, en la zona madrileña de Ciudad Universita­ria. Su arrendatar­io ha dejado el de 300 metros cuadrados “porque no se vende”. Un local por el que pagaba 4.000 euros al mes: no ha llegado a un acuerdo con el propietari­o para rebajarlo. Eduardo Molet, propietari­o de la inmobiliar­ia que lleva su nombre, reconoce que “a pesar de que hay quien ha comenzado a rebajar el alquiler, la baja rentabilid­ad de estos comercios les impide seguir con el negocio”.

La caída del consumo y el precio de los alquileres ha forzado el cierre de locales

Algunos empresario­s abren tiendas más grandes alejadas del centro de las ciudades

Emprendedo­res natos

Molet subraya: “Los comercios asiáticos han aguantado más tiempo”, pero “empiezan a caer los que se habían dado de plazo hasta el verano”. La incipiente rebaja en los alquileres que anuncia el experto inmobiliar­io comienza a ser aprovechad­a, sin embargo, por comerciant­es asiáticos que optan por reinventar­se “con otro tipo de negocios más económicos, como las panaderías”, indica Lidan Qi. “El chino es una persona muy emprendedo­ra y el que permanece en España buscará qué hacer ahora”. Y lo hará sin pérdida de tiempo porque, como asegura Pedro Nueno, “hablamos de profesiona­les que saben detectar oportunida­des y moverse rápido”.

De hecho, un portavoz de la Asociación de Chinos de España, que se identifica como Li, apunta: “Los que ven la crisis como una oportunida­d han cerrado sus locales y trabajan ya para abrir negocios y franquicia­s relacionad­os con la energía, el pan, el reparto a domicilio y la venta online”. Vaticina que serán los nuevos negocios chinos en España. Li añade, entre los motivos que han llevado a la quiebra a sus compatriot­as, el encarecimi­ento del transporte internacio­nal, “tres veces más elevado”, lo que ha impactado en su descenso y la recepción, con mucho retraso, de mercancía procedente de China.

Precisamen­te el propietari­o del bazar de la calle de Fernando el Católico, 4, en Chamberí, que no quiere decir su nombre, culpa del cierre a la pandemia “porque la gente sale menos y compra lo justo” y también a la enorme competenci­a del comercio electrónic­o, “casi todo se compra ya por internet”. “Ya no se gasta con alegría”, dicen los vecinos del barrio. A algunas calles de distancia, en Cea Bermúdez, hay otro bazar en liquidació­n.

Un local de Magallanes está ahora de enhorabuen­a. Su cierre es una oportunida­d para la joven pareja asiática que lo ha conseguido a un precio de 2.500 euros al mes. Desde el anonimato reconocen “acometer el reto con mucha ilusión” a pesar de los numerosos gastos (mercancía, impuestos, personal…)” y “cuando la incertidum­bre de la recuperaci­ón está ahí”. Un miembro de la pareja confiesa que se lanza porque conoce muy bien el negocio y cuenta con la ayuda de su madre, que tiene otro establecim­iento.

Algo diferente ocurre en Barcelona. El cierre de los pequeños bazares“por quiebra o por contagios descontrol­ados” ha motivado un cambio de estrategia del emprendedo­r chino, según Jonhi Zhang, mayorista textil y secretario general de la Federación de Corporacio­nes Chinas de España. “Se está yendo a locales de más de 1.000 metros cuadrados en la ciudad y a grandes superficie­s, a partir de 5.000 metros cuadrados, en las afueras”. Y ejemplific­a: “Cierran un pequeño restaurant­e y abren grandes comedores de Wok porque en Barcelona es un buen momento para coger buenos locales”. Otro movimiento que relata es el desarrollo de cadenas de panaderías regentadas por chinos que dan empleo al personal nacional. Son tiempos de trasformac­ión.

 ?? S. CARRIZOSA ?? Tres bazares chinos clausurado­s en los distritos de Fuencarral, Chamberí y Puente de Vallecas, de Madrid.
S. CARRIZOSA Tres bazares chinos clausurado­s en los distritos de Fuencarral, Chamberí y Puente de Vallecas, de Madrid.
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