Buenas vibraciones sexuales
La firma británica de juguetes eróticos Lovehoney y la alemana Wow Tech se unen en un gigante de 1.200 millones
Los consoladores han salido de su escondite. El minorista británico en internet de juguetes sexuales Lovehoney se ha unido al fabricante alemán Wow Tech para crear un grupo de 1.200 millones de dólares (1.027 millones de euros). El acoplamiento valora las empresas en consonancia con otros negocios de comercio electrónico de rápido crecimiento gracias, en parte, a la reinvención de los vibradores como ayudantes del bienestar sexual.
En muchos sentidos, los juguetes sexuales son los bienes de consumo perfectos para no quedar al margen de las grandes tendencias de 2021. Más allá del claro impulso que suponen las limitadas opciones de entretenimiento en tiempos de confinamiento, el comercio electrónico es perfecto para los clientes que prefieren la privacidad y las revisiones por internet a tener que detallarle sus necesidades a un dependiente. Ayudado por estas cualidades, se espera que el mercado mundial de juguetes sexuales, valorado en 34.000 millones de dólares, crezca un 8% al año hasta 2028, según Grand View Research. Los comentarios en internet también facilitan la venta de productos premium, es decir, lo que ocurre cuando se convence a los clientes de que paguen más por productos cuya fabricación cuesta lo mismo. Esto se traduce en una mayor rentabilidad.
También está Asia: países como Tailandia y Malasia podrían levantar la prohibición de los juguetes sexuales en algún momento futuro, lo cual impulsaría el crecimiento. Wow Tech se ha beneficiado de su relación con el inversor chino CDH Investments y Lovehoney ya realiza envíos a la nación más poblada del mundo.
Todo esto supone una sólida valoración del comercio electrónico. La nueva Lovehoney tendrá más de 400 millones de dólares de ingresos en 2021, lo que implica un valor de empresa de tres veces las ventas futuras. Esto está en consonancia con la británica THG; resulta barato si se tiene en cuenta que esta última tiene un margen bruto de explotación o ebitda más bajo. THG, que comercializa productos cosméticos y de cuidado de la piel y que salió a Bolsa el año pasado, tuvo un margen de ebitda ajustado de alrededor del 9% en 2020. Como empresa independiente, Lovehoney convirtió casi el 14% de sus ingresos en ebitda en el último ejercicio.
El accionista mayoritario en Lovehoney, Telemos Capital, que gestiona el dinero de la familia Jacobs, querrá salirse en algún momento. El nuevo papel de los juguetes sexuales en la industria del “bienestar” debería suscitar toneladas de entusiasmo entre los compradores. Después de todo, la covid-19 aceleró la reinvención de Durex por parte de Reckitt Benckiser, valorada en 40.000 millones de libras (46.000 millones de euros), como marca prosexo de lubricantes y vibradores. Por otra parte, las fustas de cuero y los disfraces de doncella francesa probablemente vayan más allá de la definición de productos de bienestar que maneja el fabricante de Strepsils y Nurofen, o la de otros gigantes de los bienes de consumo. Esto hace más probable una oferta pública de venta a grandes inversores institucionales. La salida a Bolsa sería la manera perfecta de consolidar el proyecto.
El mercado mundial, valorado en 34.000 millones de dólares, crece al 8% anual
La nueva Lovehoney ingresará más de 400 millones y podría salir a Bolsa