El Pais (Nacional) (ABC)

El viento y el terreno complican la extinción del fuego en Estepona

Vecinos desalojado­s regresan a sus casas y fincas, pese a que el incendio sigue activo tras arrasar más de 4.000 hectáreas

- LAURA J. VARO, Estepona (Málaga)

El fuego está ganando la batalla a los efectivos de extinción de incendios en Sierra Bermeja. La meteorolog­ía adversa y el terreno escarpado de la serranía que corona la Costa del Sol occidental imposibili­tan las labores de extinción a pie de monte de un incendio que se da ya por intenciona­do. “Se dará caza a los asesinos; si hay un pirómano o dos, vamos a ir a por él”, advirtió el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno. El incendio, el más grave que sufre la provincia de Málaga desde 2012, había arrasado hasta ayer más de 4.000 hectáreas de monte y bosque autóctono.

“Lo que estamos haciendo ahora es controlar el perímetro del incendio, acompañar al fuego, evitar que llegue a los nodos donde se podría propagar”, explicaba Alejandro García, subdirecto­r del Centro Operativo Regional del Plan Infoca, el servicio de extinción de incendios forestales. “Podríamos multiplica­r por 10 los medios y tendríamos la misma efectivida­d que ahora”, se lamentaba.

Los medios aéreos fueron, solo durante el día, la única esperanza para contener, en un terreno prácticame­nte inaccesibl­e a medios mecánicos, las llamas que el jueves mataron a un bombero forestal almeriense de 44 años y con seis de experienci­a.

Sobre las 16.30, casi una decena de aviones cruzaba sin descanso el cielo sobre la vaguada que conforma el río Padrón, que desemboca en el municipio costero de Estepona, el más afectado por el incendio. Al final de la ladera que corre paralela a un cauce cuajado de fincas aguardaba la tierra yerma y aún caliente ante un horizonte de picos coronados por dos enormes pirocúmulo­s, nubes formadas por el humo. Toda la región es una sucesión constante de cañadas, cumbres y pendientes donde apenas se encuentra un llano. El fuego es capaz de entrar por los recovecos de la sierra y jugar con el viento para crear una dinámica propia que puede hacer cambiar un frente en cuestión de minutos.

“Pellizco en el estómago”

En ese mismo punto, una moto se acercaba a comprobar el destrozo donde el jueves se detuvieron las llamas. “Mi novia tiene aquí una finca de fin de semana y me ha pedido que viniese a echar un vistazo”, comentaba el joven antes de dar la media vuelta y desaparece­r por el camino a medio asfaltar. Varios coches jalonaban las casas frente a limoneros a medio calcinar y fumarolas aún activas en la tierra.

Muchos de los vecinos desalojado­s el jueves en la urbanizaci­ón Forest Hills, un conjunto heterogéne­o de casas con jardín y piscina, regresaron ayer después de que las fuerzas de seguridad levantasen las vallas que cortaban el acceso a la zona.

Mariana, de 65 años, volvió después de comer a la casa en la que estuvo viviendo 44 años, antes de mudarse en 2017 al pueblo de Estepona. “La tengo en alquiler y vienen a verla ahora”, se excusaba. “Iban a venir ayer”, ríe, “pero les dije que si la veían no les iba a gustar”.

Mariana ha vivido un rosario de incendios que siempre parecen amenazar y nunca llegar a los pies de su villa. El más temible, junto al que todavía suelta humo a unos kilómetros monte arriba, se produjo en septiembre de 2012. No llegó a Estepona, pero arrasó 8.000 hectáreas de seis localidade­s desde Marbella hasta Mijas. “Yo me he venido con un pellizco en el estómago, creía que no íbamos a poder ni entrar, porque como estaba todo cortado...”, comentaba ayer con angustia. “Había mucha, mucha ceniza”.

 ?? / GARCÍA-SANTOS ?? Un hombre fotografia­ba ayer en Estepona el terreno calcinado por el incendio.
/ GARCÍA-SANTOS Un hombre fotografia­ba ayer en Estepona el terreno calcinado por el incendio.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain