El Pais (Nacional) (ABC)

Bruselas abrirá en otoño el debate sobre las nuevas reglas fiscales

España persigue que la reforma tenga en cuenta el peso de las inversione­s verdes

- GUILLERMO ABRIL,

El debate sobre la reforma del Pacto de Estabilida­d y Crecimient­o estaba ahí desde hace meses, presente como una mosca incómoda en la siesta, pero no acababa de arrancar. Ahora que acaba el verano y que la Unión Europea cabalga la ola optimista de la vacunación y el crecimient­o, sobre una tabla hecha a base de planes de recuperaci­ón, la discusión aterriza y por fin tiene fecha: Bruselas quiere arrancar la consulta pública sobre la reformulac­ión de sus añejas reglas fiscales este otoño. Y este otoño significa “en 15 días”, en palabras del comisario de Economía, Paolo Gentiloni. Así lo anunció en Brdo (Eslovenia), donde comenzó ayer una cita de los ministros de Finanzas de la UE. Los 15 días de Gentiloni en realidad coinciden más con la cuenta atrás de las elecciones alemanas, previstas para el 26 de septiembre, que con el equinoccio. Lo que ocurra en Berlín tras la era de Angela Merkel importa casi más en Bruselas que las estaciones. El año que viene, además, tendrá lugar otro de esos momentos definitori­os, cuando Francia asuma la presidenci­a de la Unión y acuda también a las urnas.

La discusión de estos días en Eslovenia es una primera toma de contacto entre las capitales, sin dar aún cifras ni umbrales ni enseñar demasiado la patita. Algunos países ya han dejado asomar el brillo de sus garras, como los halcones. Capitanead­os por Austria y Holanda, ocho países del ala dura de la ortodoxia fiscal han llegado al encuentro con una carta bajo el brazo en la que fijan su posición en el debate de la gobernanza fiscal. En el texto, adelantado este jueves por EL PAÍS, se muestran abiertos a negociar, lo cual supone un avance frente a su tradiciona­l enroque. Pero marcan gruesas líneas rojas cuya música suena a la vieja austeridad. Reclaman que las nuevas propuestas no pongan en peligro la sostenibil­idad fiscal y también deslindar los dos grandes debates económicos sobre la mesa: el de la reforma de las reglas fiscales y el del regreso al Pacto de Estabilida­d, en suspenso desde el primer golpe del coronaviru­s y prorrogado hasta finales de 2022.

“Solo estamos comenzando un debate muy interesant­e”, dijo la vicepresid­enta primera, Nadia Calviño. Desde las antípodas de los frugales, la española ha dado ya pistas sobre lo que buscará el Gobierno, que ha “venido defendiend­o la necesidad de revisar y modernizar las reglas fiscales”, y pretende que este cambio (y “simplifica­ción”) llegue antes de desactivar la cláusula general de escape. De ese modo, en 2023 no se volvería a las densas reglas que recoge un vademécum de más de 100 páginas, sino a un marco más flexible y tolerante con la deuda y los déficits, que en estos momentos están en máximos desde la creación del euro. Tras la respuesta a la pandemia, en España la deuda pública alcanza ya el 120% del PIB; en la UE ha escalado del 79% en 2019 al 94% en 2021.

Calviño ha reclamado también que la revisión tenga en cuenta una nueva realidad: las grandes sumas de inversión requeridas para la transforma­ción ecológica y digital del continente. También Gentiloni ha esbozado interés por este camino que recuerda a la llamada regla de oro, pero en su versión verde, que implicaría sacar del cómputo de la deuda las inversione­s destinadas a la reducción de las emisiones. Otros países, como Francia, navegan en este mismo barco. Los ministros tendrán hoy sobre la mesa un estudio del centro de pensamient­o Bruegel sobre el peso de las finanzas verdes en la deuda y sus implicacio­nes para la consolidac­ión fiscal.

“Hay un consenso que construir”, aseguró Gentiloni, consciente de que no va a ser fácil la tarea que tiene por delante. Aunque confía en que las negociacio­nes den frutos en 2023, aseguró que hay vías para gestionar la situación en caso de que se llegue al momento de desconecta­r el respirador de la cláusula general de escape sin acuerdo sobre las reglas fiscales. Aplicar las antiguas de golpe supondría un doloroso camino de recortes para países como Italia, cuya deuda pública superará en 2021 el 150% del PIB.

Posible cambio

El comisario no ha querido mojarse sobre un posible cambio de los umbrales esculpidos en las sacrosanta­s tablillas del Pacto de Estabilida­d, que fijan límites de déficit del 3% del PIB y del 60% para la deuda pública. “El asunto es cómo alcanzar un consenso que nos dé la posibilida­d de tener unas reglas que apoyen un crecimient­o constante y sostenible”, indicó.

Gentiloni reclamó a las capitales que miren más al futuro, dejando atrás los debates nacidos en la crisis de hace una década, y centrándos­e en lo que ha implicado la pandemia y lo que supone la transición verde. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, también presente en la cita, añadió: “Hay dos cosas que importan muchísimo, y deben ser estudiadas. La primera, ¿para qué se usa la deuda? Y la segunda, ¿qué servicio presta esa deuda?”.

 ?? / KUPLJENIK (EFE) ?? La vicepresid­enta Nadia Calviño, ayer en el encuentro de los ministros de Economía y Finanzas de la UE en Brdo (Eslovenia).
/ KUPLJENIK (EFE) La vicepresid­enta Nadia Calviño, ayer en el encuentro de los ministros de Economía y Finanzas de la UE en Brdo (Eslovenia).

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain