Yolanda Díaz se resigna a aprobar el alza del SMI sin el respaldo de CEOE
La titular de Trabajo reprocha la postura empresarial en una “crisis galopante”
Aunque la voluntad del Gobierno, y especialmente de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, era decretar la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) para 2021 con el beneplácito de los agentes sociales, las diferencias entre las partes abocan a una resolución que no satisfará a todas ellas. Singularmente a la patronal, que no ha dejado de considerar como inoportuna el alza (situada entre 12 y 19 euros) y se ha negado a discutir cantidad alguna. Esta cerrazón ha llevado a Trabajo a romper con su premisa inicial, y resignarse a acordar un incremento sin el apoyo de los empresarios, aunque también está por ver si cuenta finalmente con el de los sindicatos. El visto bueno de estos dependerá de la cuantía final del incremento, y si esta permite elevar el SMI hasta los 1.000 euros el 1 de enero de 2022, lo que supondría un aumento de 50 euros con respecto a los 950 actuales, que se reparten en 14 pagas.
“Va a haber una subida, y va a ser inmediata”, recalcó ayer la ministra en una entrevista en La 1, ante las reticencias de los empresarios a pactar una mejora del salario mínimo para este año. La potestad de fijar la cuantía del SMI es exclusivamente del Gobierno, pero se ha intentado llegar a un acuerdo. Por ello, Díaz dejó patente su descontento con la actitud de la patronal en las dos reuniones que se han celebrado tras el verano para abordar la subida del SMI. “Siento mucha tristeza, porque esta mesa podría haber sido una mera consulta y, sin embargo, he querido que hubiera diálogo social y lo ha habido. Pero es verdad que hay una parte que se ha sentado en esa mesa sin negociar, que ha dicho que quiere cero euros, es decir, quiere congelarlo, y sale de la mesa diciendo que quiere cero euros. Eso no es negociar. Voy a intentar sacar un acuerdo con el mayor número de interlocutores”, zanjó.
Preguntada si en octubre, noviembre y diciembre ya habrá un SMI superior, Díaz fue tajante: “Sin lugar a dudas”. No obstante, en las reuniones, Trabajo siempre ha partido de la base de que el aumento incluye también septiembre, aunque sea con carácter retroactivo. La vicepresidenta calificó de “incomprensible” que las organizaciones empresariales digan que ahora “no toca” cuando España se encuentra en una “crisis galopante” ante la que es necesario ayudar a los más débiles.
Sin embargo, el frente empresarial no es el único que preocupa en el seno del Gobierno. Los sindicatos se mantienen cautelosos, pues su acompañamiento depende de la cuantía del incremento. “Emplazamos al Gobierno a que se decida ya. Sinceramente, no sé a qué están esperando. La negociación está agotada y la pelota, en su tejado”, advirtió Unai Sordo, secretario general de CC OO.
El líder sindical se agarró a las palabras del presidente, Pedro Sánchez, en las que se refirió a la subida como “inmediata” para espolear al Gobierno. “No es defendible ninguna congelación para 2021, y mucho menos tras el aumento de los precios que estamos observando en los últimos meses. Es incuestionable para nosotros que el SMI tiene que situarse en los 1.000 euros el 1 de enero de 2022, y que la subida de este año absorba, al menos, los porcentajes de inflación que estamos viendo”, ha resuelto Sordo.
En la reunión con los agentes sociales del pasado lunes, Trabajo modificó a la baja sus aspiraciones para tratar de obtener el favor de la CEOE. Para ello el ministerio abrió la posibilidad de que la cantidad incrementada estuviera por debajo de los 12 euros, el valor mínimo propuesto por el comité de expertos para 2021. Sin embargo, está proposición no satisfizo a la CEOE, que volvió a manifestar su negativa a que el SMI sea incrementado en el presente año. Para los representantes de los empresarios, la recuperación de la economía ha de consolidarse primero, en consonancia con la reacción positiva que está experimentado el mercado de trabajo durante los meses de verano.
Senda de subidas
“Una parte se ha sentado a la mesa sin negociar”, lamenta la ministra
La tensión con los sindicatos sobre la cuantía de la subida se mantiene
Los sindicatos se han manifestado con contundencia en los últimos días sobre la subida del salario mínimo: no hay motivos para no incrementarlo este año y no firmarán ningún acuerdo que no contemple una senda de subidas para los ejercicios 2022 y 2023, indicó el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, el miércoles.
La posición negociadora de Trabajo se ha incomodado en los últimos días. La presión autoasignada por alcanzar un acuerdo que volviera a escenificar la capacidad de consenso del departamento de Yolanda Díaz ha resultado una quimera, ya que la posición negociadora de la patronal apenas ha variado. Fuentes del diálogo social describen como “sorprendente” esta quietud de los empresarios, y consideran que detrás pueden esconderse presiones políticas que han terminado por enconar unas conversaciones que, sobre otros asuntos, volverán a repetirse en las próximas semanas. Aun así, no temen que estas puedan contaminarse a pesar de que el primer episodio haya terminado sin acuerdo.