Vida a bordo
Todos tienen
unas plazas delanteras muy bien resueltas y las traseras aptas para tres adultos. El Tucson es el mejor atrás por su altura y espacio para las piernas. El Qashqai y el Ateca son igual de anchos en la zona de los hombros, pero los laterales de los respaldos no llegan hasta las puertas y el borde exterior molesta en la zona lumbar a los pasajeros de los lados si van tres atrás. El Arkana lo resuelve bien, pero su línea cupé limita la altura y se toca en los laterales del techo si viajan tres adultos. Y en el Qashqai destaca la apertura a 90 grados de las puertas traseras.
El Seat tiene
el mejor maletero según nuestras mediciones, seguido del Nissan, que supera al Hyundai, aunque este incluye los mejores huecos. El Renault desaprovecha mucho sitio debajo del piso para alojar solo la rueda de emergencia y, al tener un techo más bajo y tumbado, apenas cabe nada cuando se quita la bandeja.
El Hyundai y el Nissan
ofrecen la presentación más atractiva y vistosa, con instrumentación digital, pantallas modernas y buenos materiales. Destacan la consola central del Tucson, con una cubierta de cristal muy vanguardista, y los grafismos del Qashqai. Y transmiten una calidad superior. El Ateca prima la funcionalidad, ofrece buenos ajustes y lleva todo muy bien integrado, aunque con una puesta en escena más fría que le resta atractivo. El acabado RS Line del Arkana es muy vistoso, pero los ajustes y el sistema multimedia no están a la altura de sus rivales.
El Tucson y el Qashqai
son cómodos y filtran mejor los baches. Les siguen el Renault y el Seat, el primero con una suspensión más blanda que deja moverse más la carrocería y el otro con el neumático de perfil bajo del FR, que absorbe peor. Por último, el Hyundai y el Nissan son más silenciosos; el Seat deja sentir los ruidos de rodadura, y el Renault es muy agradable en ciudad, pero el motor suena en exceso cuando el cambio elige marchas cortas que elevan el régimen de giro.