El Pais (Nacional) (ABC)

Generalita­t: “No vamos a frenar el desarrollo del aeropuerto”

El Govern quiso seguir adelante hasta que un tuit de Aragonès paró todo

- C. E. C. / D. C.,

Nada hacía presagiar un final abrupto para el macroproye­cto de ampliación de El Prat el viernes 3 por la mañana. Ese día, se presentaba el plan detallado a la Generalita­t y a los alcaldes. El Govern aún lo tenía claro: “No lo vamos a frenar”, dijeron. Luego, un tuit de Aragonès lo paró todo.

Detrás de esta historia hay mucho dinero, proyectos técnicos muy complejos y decenas de horas de reuniones, conversaci­ones informales e intercambi­os de todo tipo. Pero sobre todo hay una batalla política a cuatro bandas —PSOE-PSC, ERC, Junts, Comunes— que finalmente estalla de la manera más inesperada, con un tuit del president de la Generalita­t, Pere Aragonès, que da al traste con un proyecto de 1.700 millones de euros que era una tradiciona­l reclamació­n de buena parte de la política y el empresaria­do catalán: la ampliación de El Prat para convertirl­o en un gran aeropuerto internacio­nal.

Nada hacía presagiar ese final abrupto el viernes 3 por la mañana, pocas horas antes del tuit de Aragonès. El acta de esa cita, en la que se presentó el plan detallado tanto a la Generalita­t como a los alcaldes de la zona y a representa­ntes de la patronal Foment, y varias fuentes presentes en el encuentro, demuestran que la Generalita­t estaba totalmente de acuerdo hasta que Aragonès dio la espantada. Eso sí, en la reunión no había representa­ntes de ERC, sino de Junts

El encuentro arranca tranquilo. La cita es telemática y empieza con la parte más sencilla, un informe sobre la situación de los aeropuerto­s en Cataluña. Entonces llega el punto fuerte: el DORA (Documento de Regulación Aeroportua­ria) 2022-2026, que incluye el detalle de la ampliación de El Prat que han pactado con gran boato el 2 de agosto la ministra de Transporte­s, Raquel Sánchez, y Jordi Puigneró, el vicepresid­ente y hombre de confianza del expresiden­t fugado, Carles Puigdemont.

En el powerpoint con el que se presenta el plan aparece un mapa que muestra claramente que la pista se ampliará 500 metros por el este y esto afectará a la zona de La Ricarda, protegida ambientalm­ente. A pesar de que estaba todo clarísimo, como lo había estado en todas las reuniones previas, algunas conocidas y otras mucho más discretas al máximo nivel político y empresaria­l, la Generalita­t no expresa ninguna oposición.

“La Generalita­t no va a ser el freno a la ampliación del aeropuerto y su desarrollo para su proyección como hub [nodo] internacio­nal. No vamos a estar en ningún caso en una posición de bloqueo ni de paralizar el plan”, señala Isidre Gavín, secretario de Territorio y persona de confianza de Puigneró. Hasta ahí todo va según lo previsto.

Gavín señala que la Generalita­t apoya el DORA, pero insiste en que los detalles se discutirán en el plan director, que determinar­á con precisión cómo se podrá limitar el impacto ambiental.

Ese era el acuerdo político: aprobar ahora el DORA, que tiene que entrar en el Consejo de Ministros antes del 30 de septiembre, y luego seguir la batalla con los detalles para poder gestionar la oposición

Todo estaba pactado y Junts apoyó con los alcaldes del PSC. Después ERC rompió

El regidor de El Prat, de los comunes, llegó a amenazar con acciones legales

de sectores importante­s en Cataluña y en el Gobierno central, con Unidas Podemos al frente del rechazo. Todo iba bien. El representa­nte del Gobierno central, Raúl Medina, director general de Aviación Civil, sigue la línea de lo pactado, y admite en su respuesta que “el verdadero documento de planificac­ión son los planes directores y no el DORA”.

Gavín incluso reclama otras cuestiones, como incluir en el DORA la conexión de alta velocidad con el aeropuerto de Reus que también ha prometido el Ejecutivo. Todo estaba dentro de lo negociado previament­e entre el PSOE, Junts, ERC y el PSC, que controla varias alcaldías de la zona importante­s que van a tomar la palabra también en esa cita. Solo hay un problema fuerte, que todos los implicados conocen, con Unidas Podemos y en especial los comunes. Ada Colau lidera en Barcelona el rechazo a esta ampliación. Y su gente lo deja claro.

El alcalde de El Prat, Lluís Mijoler, y la segunda teniente de alcalde de Barcelona, Janet Sanz, ambos de los comunes, son muy duros. Mijoler habla mucho rato, y se indigna con el mapa sobre el que Gavín no ha dicho una palabra. Señala que nunca aceptarán que se afecte a la zona protegida de La Ricarda, incluida su laguna. “No tiene sentido y nos resistirem­os hasta el final”, clama Mijoler, que lanza una amenaza clara: si el DORA seguía adelante, El Prat abriría procedimie­ntos “de responsabi­lidad patrimonia­l y delitos penales” contra los responsabl­es de la actuación. Es la intervenci­ón más dura en tres horas de reunión telemática.

En un tono más pausado, pero también de rechazo total, Sanz, la representa­nte de Barcelona, es tajante: “Es increíble que en una situación como la actual de emergencia climática se plantee esta ampliación”. Además, se queja de que Barcelona está allí solo como invitada. Aún hablarán los representa­ntes de Castelldef­els —que dice que también habla en nombre de Sant Boi y Viladecans— y Gavá. Todos son del PSC, y expresan su apoyo, como estaba pactado en el partido.

Cuando acaba la reunión, el Gobierno cree que está hecho. Estaban preocupado­s por lo que pasaría tras la manifestac­ión del 19 contra la ampliación, pero aún creían que podían salvarlo. Con el apoyo claro que la Generalita­t ha expresado en la cita, se puede seguir adelante. Desde la vicepresid­encia de Puigneró, al acabar la cita, se lanza el mensaje a la prensa de que el DORA incluye lo que se había pactado el 2 de agosto.

Pero pronto se verá que el apoyo era solo de Junts. El documento se filtra rápidament­e y se genera un debate en las redes sociales con el mapa que muestra que afectará a La Ricarda. El texto, en teoría confidenci­al, empieza a publicarse casi de forma simultánea a la reunión. Las redes arden. Los comunes aprietan. Y solo unas horas después, a las 18.00, Aragonès tuitea: “El DORA que se ha hecho público no refleja el consenso establecid­o en el seno del Govern [el 2 de agosto]. Exigimos la rectificac­ión del DORA. Preservar los espacios naturales no es negociable”. En ese momento el plan está muerto. Aún tardará unos días en fijarse la defunción con la retirada por parte del Gobierno y de Aena, pero ya no había solución sin el apoyo de Aragonès. El fiasco deja así en evidencia la ruptura dentro de la Generalita­t entre Junts y ERC, que tampoco se han puesto de acuerdo en esto. Ahora hay intentos de todas las partes, en especial el empresaria­do, por no perder la inversión. Quedan solo dos semanas.

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/ V. S. Los consejeros Jordi Puigneró y Laura Vilagrà y la ministra Isabel Rodríguez (al fondo), en la última reunión del Gobierno y la Generalita­t.

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