Bulgaria celebra el 14 de noviembre las terceras legislativas en un año
Los vetos entre los partidos mayoritarios impiden formar Gobierno
El presidente de Bulgaria, Rumen Radev, anunció ayer que las elecciones parlamentarias anticipadas se celebrarán el 14 de noviembre, fecha en la que coincidirán con los ya fijados comicios presidenciales. Radev dijo que ese formato electoral “dos en uno”, uniendo legislativas y presidenciales, ahorrará coste a los contribuyentes y tiempo a los votantes.
“Disolveré el Parlamento lo antes posible, de acuerdo con el procedimiento y los requisitos de la Constitución", declaró Radev. El jefe de Estado anunció la fecha electoral después de una sesión parlamentaria maratoniana, que se prolongó hasta entrada esta madrugada, en la que se aprobaron importantes enmiendas presupuestarias. El presidente búlgaro había insistido en que antes de disolver el Parlamento se debían aprobar leyes fundamentales para el funcionamiento del Estado.
Las elecciones parlamentarias del 14 de noviembre serán las terceras de Bulgaria desde el pasado abril debido a que ningún partido ha sido capaz de lograr una mayoría ni una coalición de Gobierno.
La crisis política en el país más pobre y corrupto de la Unión Europea comenzó tras las elecciones del 4 de abril, de las que salió un Parlamento muy fragmentado, con tres nuevos partidos que surgieron de las protestas del verano anterior contra el gobierno del conservador GERB, el partido dominante desde 2009.
Al resultar imposible formar Gobierno se volvió a llamar a las urnas el 11 de julio con un resultado parecido al de abril, un bloqueo político y nuevas elecciones.
Los vetos y las líneas rojas entre las formaciones han impedido que tanto el partido protesta Existe Tal Pueblo, vencedor en las elecciones anticipadas de julio, como los conservadores del ex primer ministro Boiko Borisov, y los socialistas hayan podido formar Gobierno.
Existe Tal Pueblo liderado por el cantante Slavi Trifonov, surgió, junto a otros dos nuevos partidos protesta con representación parlamentaria, el año pasado tras las manifestaciones por los escándalos de corrupción del Gobierno de Borisov, que ha controlado el poder en el país desde 2009. Pero esas formaciones no tienen una mayoría suficiente de Gobierno y se niegan a apoyar a los tres partidos tradicionales, el GERB, el socialista y el Movimiento por los Derechos y Libertades, de la minoría turca, a los que consideran responsables de la corrupción y el clientelismo político.