La ministra dice que aún hay tiempo y la patronal se mueve
Todo se ha complicado muchísimo, pero aún hay algunos movimientos para intentar una solución in extremis que salve la inversión de 1.700 millones en el aeropuerto de Barcelona. El Gobierno asegura que incluso aunque esta no salga adelante, su hoja de ruta en Cataluña no va a cambiar y tiene otras muchas inversiones que sí siguen su camino. De hecho, en los Presupuestos se garantizará de nuevo el cumplimiento de una cláusula del Estatut que señala que se debe invertir en Cataluña al menos el porcentaje que supone el PIB de esta comunidad en el conjunto del país, por encima del 18%.
Sin embargo, esta inversión es especialmente simbólica y nadie se anima a darla por muerta definitivamente. La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, señaló ayer en El Periodico de Cataluña que aún hay “20 días para negociar sobre El Prat”, antes de que se envíe definitivamente al Consejo de Ministros el DORA con o sin esta inversión. Pero también la propia ministra reconoce en la entrevista que ve “escaso margen”, porque el Ejecutivo necesitaría un compromiso expreso del president, Pere Aragonès, de que apoya la ampliación por el este, la única posible según los técnicos de AENA. Y es poco probable que Aragonés pueda dar una marcha atrás tan rápido. La consejera de Presidencia, Laura Vilagrà, de ERC, se mostró dispuesta a negociar pero no con esa presión del día 30 para poder repensar el plan. La patronal, y en especial el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, se está moviendo para buscar acercamientos entre Gobierno y Generalitat que desbloqueen la inversión. Los empresarios han mostrado un enfado notable por el fiasco. De momento no parece haber contactos para retomar las negociaciones, pero podrían volver en cualquier momento.