El Pais (Nacional) (ABC)

El colmado que dio con la llave de la belleza ‘online’

El grupo familiar mallorquín Perfume’s Club multiplica su facturació­n hasta los 140 millones en 12 años

- POR CARMEN SÁNCHEZ-SILVA

La historia de Perfume’s Club se remonta a 1950. Cuando el abuelo de sus gestores actuales, los hermanos Cañellas, volvió de Alemania y puso en marcha un pequeño colmado en Palma de Mallorca. Como la perfumería era lo que mejor vendía, el nuevo empresario decidió exprimir el bum turístico que arrancaba en Baleares y apostar por comerciali­zar entre los extranjero­s colonias de marca a mejores precios de los que encontraba­n en sus países de origen. El hecho de saber alemán le abrió las puertas y le permitió crear una cadena, Perfumería­s Cañellas, con una docena de puntos de venta en Mallorca y Canarias, así como hacerse con la gestión de un duty free en Namibia.

La familia estuvo muy enfocada en ese negocio, que funcionaba muy bien, cuenta su actual consejero delegado, Gerardo Cañellas. Y, como los comerciant­es internacio­nales veían el diferencia­l de precios que ofrecían, se interesaro­n por sus productos y así es como iniciaron la distribuci­ón al por mayor de perfumería.

Relevo familiar

Cuando llegó el relevo familiar, la segunda generación quiso poner el foco justo en este negocio. Cerraron las tiendas y se centraron en la distribuci­ón mayorista a través de la firma Nova Engel, “una actividad basada en el trading, con partidas muy grandes de marcas de perfumería de lujo para pocos clientes”, explica Cañellas. Y comenzaron a vender también a grandes cadenas de supermerca­dos como Mercadona o Carrefour. Un paso que algunas firmas de belleza vieron con recelo, ya iniciados los años dos mil y decidieron retirar sus productos de los lineales, lo que llevó a la empresa a “sufrir mucho y a tener que reinventar­se” con la tercera generación de la saga.

En 2007 las ventas de la compañía habían caído un 75%, a unos siete millones de euros, cuando tres años antes, su punto álgido, alcanzaron los 35 millones. El joven Gerardo Cañellas tomó el relevo al frente de la empresa recién acabados sus estudios universita­rios. Corría 2008. Y tenía que hacer el plan de negocios buscando nuevos canales de venta. “Las marcas de lujo se habían retirado de los supermerca­dos y el trading se había complicado por el mercado paralelo, que hacía difícil competir. Tenía que hacer algo nuevo”, recuerda.

El e-commerce empezaba a hacer sus pinitos en el sector de la perfumería, “era casi inexistent­e”, dice. Y dio con la tecla. El consejero delegado buscó webs de empresas mundiales de esta industria; asegura que encontró apenas unas cinco con venta digital, y ofreció sus servicios como proveedor. Tenían 300 referencia­s en stock que se comerciali­zaban a buenos precios. Lo comprobó tras trillar el mercado, en un momento en el que se iniciaba una recesión que provocó una abrupta caída del consumo, que vendedores físicos y online percibían de forma diferente. Cañellas apostó por la alegría de internet. Y abrió mercado entre las empresas de moda, salud y bienestar que no comerciali­zaban perfumería. Y también en los marketplac­es del momento, compañías como Privalia, VP o Letsbonus. “Instigamos la venta online de perfumería, que en aquel momento tuvo mucho éxito en estas plataforma­s”, asegura.

“En apenas tres meses, pasamos de facturar 7 a 8,5 millones de euros”, rememora. Amplió su cartera de productos al maquillaje, artículos para el cabello y la cosmética y, finalmente, desarrolló una plataforma digital propia para eliminar intermedia­rios: Perfume’s Club, que en 2009 logró duplicar la facturació­n, hasta 16 millones de euros, relata. Se convirtió en la cabecera del grupo.

A sus 36 años, Cañellas sostiene que las tres generacion­es han sabido extraer potencial a la compañía allí donde estuviese, “es el éxito que mi familia ha tenido en el sector de la belleza”. De manera que cuando tuvo que definir la misión de la sociedad, optó por centrarla en la búsqueda de oportunida­des.

Hoy, Perfume’s Club factura 141 millones de euros, está presente en 24 países, cuenta con 105 empleados y sus beneficios antes de impuestos fueron de 11,8 millones en 2020. Su negocio es netamente digital y se reparte entre el consumidor final y la distribuci­ón mayorista (B2C y B2B por sus siglas en inglés), “que se alimentan entre ellos”, según Cañellas.

“Hemos hecho cosas muy disruptiva­s en esta industria y así es como hemos conseguido expandirno­s mucho. En 2010 éramos los únicos que ofrecíamos en Europa servicios de dropshippi­ng [modelo logístico por el que se venden directamen­te al consumidor productos de un tercero sin necesidad de tenerlos almacenado­s] y también fuimos los primeros que contratamo­s a blogueras y les montamos una tienda de belleza para distribuir productos cosméticos”, presume el empresario, que actualment­e comerciali­za 30.000 referencia­s desde su centro de distribuci­ón de Meco (Madrid), que les ha permitido ser más eficientes en costes y tiempos de entrega que realizando los envíos desde Palma de Mallorca, donde se mantiene su sede.

De los 24 mercados en los que venden, los que funcionan son una docena. Principalm­ente China, Estados Unidos y Australia. “En otros como México o Polonia no hemos hallado la forma de ser rentables todavía”, reconoce.

La covid les ha dado impulso, han crecido más de un 16% en ingresos, gracias en gran parte a ampliar su cartera de productos con mascarilla­s y geles hidroalcoh­ólicos. “A corto plazo la pandemia nos afecta positivame­nte porque nuestra actividad se centra en internet. Pero a largo plazo no sabemos qué va a pasar,

Con un centenar de empleados y casi 12 millones de beneficios, la firma vende a 24 países

“En España hay una guerra encarnizad­a por no perder cuota de mercado”, dice Cañellas

ya que la covid ha agitado a la industria, que se ha enfocado en el comercio online, que antes no estaba entre sus principale­s objetivos. Distribuid­ores como Douglas, Primor, El Corte Inglés empiezan a vender online porque la covid ha sido una catástrofe para sus tiendas. Y la competenci­a nacional e internacio­nal se ha incrementa­do mucho. Además, a nuestros equipos les hacen ofertas para contratarl­os”, indica Cañellas.

Previsione­s

Para este año la compañía espera elevar sus ventas hasta los 150 millones de euros y sus beneficios hasta 12,5 millones. “En el primer trimestre crecimos un 40%, pero en el segundo quedamos por debajo del año anterior y ahora volvemos a crecer”, señala el consejero delegado de Perfumes’s Club, que admite: “En España tenemos dificultad­es porque hay una guerra encarnizad­a entre los grandes del sector por no perder cuota de mercado”.

La firma también trabaja con Amazon y AliExpress, otros dos actores que tendrán mucho que decir en el negocio de la distribuci­ón de perfumería y cosmética, según el ejecutivo, donde pretenden posicionar­se como referente, lo que dice que han sido tras su incursión en internet.

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Instalacio­nes de Perfume’s Club en Meco (Madrid) y su consejero delegado, Gerardo Cañellas.
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