El Pais (Nacional) (ABC)

Bagnaia y los siete adelantami­entos de Marc Márquez

El italiano se impone en Aragón en un ajustado cuerpo a cuerpo

- NADIA TRONCHONI, Barcelona

Un corazón palpita en la pantalla del televisor. Las pulsacione­s de Pecco Bagnaia suben. Está a 173. Y todavía subirán más. Queda por llegar el vértigo puro al que lo someterá Marc Márquez en los últimos giros. Tres vueltas de infarto. Una Ducati y una Honda a escasos centímetro­s de distancia. Interiores de locos obra del mejor Márquez, el Márquez al que la MotoGP añoraba. Atrevido, irreverent­e, cabezota. El Márquez que lo intenta siempre, pese al cuerpo que se resiste a volver a ser el que era, pese a la moto que todavía está por afinar. La línea delicada y la frenada agresiva de un Bagnaia inmenso; la aceleració­n maravillos­a de la Ducati a la salida de las curvas para defender la posición y no caer en la trampa del 93. No le tembló la muñeca al italiano, que resistió, jabato, el envite salvaje del español. Consiguió el chico de Turín su primera victoria en MotoGP. Y la batalla, al límite pero limpia, se saldó con un abrazo.

El triunfo del de Ducati se ha ido cultivando desde el año pasado. Con carreras geniales y un podio en San Marino al que le sucedieron otro cuatro este curso, en el que encontró la regularida­d y se postuló, especialme­nte tras este fin de semana en Aragón, como el único rival para Fabio Quartararo, desapareci­do ayer en un circuito que siempre le cayó gordo.

Salía Bagnaia desde la pole. Puso la directa y se colocó en cabeza. Lanzado desde la cuarta posición de la parrilla, Márquez le tomó la matrícula y se pegó al colín de la Desmosedic­i. Sabía el catalán quién era el hombre a batir y no quería perderlo de vista. Les bastaron un par de giros para alejar al resto del pelotón.

Tras ellos, mandó Miller hasta que cometió un error después de 10 vueltas que le obligó a alargar la trazada, salirse de la pista y ceder posiciones ante Joan Mir (Suzuki) y Aleix Espargaró (Aprilia), tercero y cuarto finalmente. No pudo siquiera resistir el empuje de ese segundo grupo el líder del Mundial, Quartararo, que se peleó con Bastianini y Nakagami para terminar en la octava posición.

“Creo que me ha adelantado siete veces”, resoplaba Bagnaia, consciente de lo difícil que era aguantar en pie a semejante ataque del ocho veces campeón del mundo. Fueron, efectivame­nte, siete los adelantami­entos que acumuló Márquez en las últimas tres vueltas. Probó hasta que se acabaron los metros.

“Por intentarlo no ha sido. Pero me costaba. He llegado a dudar si seguirlo o no, pero lo he querido intentar, aunque me cayese”, explicaba Márquez, feliz por volver a subir al podio. No se cayó, pero tampoco pudo con Pecco, fabuloso en aceleració­n. Excelente encontrand­o el hueco preciso por el que recuperar la posición perdida.

 ??  ?? Bagnaia, en el podio.
Bagnaia, en el podio.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain