Lewandowski y Szczesny aúpan a Polonia
El ariete, que por fin marca en un Mundial, y el portero niegan a Arabia
Las áreas condenaron a Arabia Saudí y encumbraron a Polonia. Nada extraño si se tiene en cuenta la nómina de los futbolistas de ambas selecciones en Qatar. Al equipo de Renard, que juega muy bien, le faltó la puntería que tuvo ante Argentina mientras que al de Michniewicz, que simplifica el fútbol, le avalaron el ariete Lewandowski y el portero Szczesny. El Pichichi del Barça y Bota de Oro con el Bayern se estrenó por fin como goleador en un Mundial en su quinto partido —segundo en este torneo— después de que totalizara ya 76 tantos con Polonia.
Lewandowski, que había fallado un penalti contra México, marcó el segundo gol, asistió a Zielinski en el primero y remató también al poste izquierdo de Al Owais. El portero de los halcones verdes apenas intervino y, sin embargo, encajó dos tantos y dos tiros a los palos, nada que ver con Szczesny, que rechazó un penalti, armó la jugada del 1-0 y negó a los delanteros de Arabia.
El conjunto saudí jugó con intensidad y dinamismo para desespero de Polonia. La selección de Michniewicz, demasiada lenta y pesarosa, sin cintura, cargó con tres tarjetas seguidas porque sus jugadores no encontraban la pelota ni acertaban a frenar el ritmo de Arabia. Polonia, muy exigida defensivamente, era más física y directa, de manera que el 1-0 llegó después de un saque de portería al que Frankowski y Casch —antes se jugó la expulsión— le dieron continuidad hasta conectar con Lewandowski.
El ariete entró en juego para eludir la salida del meta y, antes de que la pelota se escapara por la línea de fondo, habilitar a Zielinski. A Polonia le había alcanzado con una jugada para marcar mientras Arabia no encontraba la portería ni de penalti después de que Bielik derribara a Al Shehri. Szczesny rechazó el lanzamiento desde los once metros de Al Dawsari y envió a córner el chut de Al-Burayk.
El portero no solo tuvo manos sino también piernas para tapar a Al Dawsari. Aunque el volumen de juego de Arabia fue abundante, quedó expuesta a las contras y a fallos como el de Almalki. El mal control del volante condenó a su equipo porque Lewandowski no perdonó y a sus 34 años se estrenó por fin como artillero en un Mundial.