Borja Prado enseña el colmillo en Mediaset
El nuevo presidente del grupo propietario de Telecinco gana poderes ejecutivos y capacidad de influir en la línea editorial en un año electoral
En la controvertida docuserie Salvar al Rey se retratan las amistades peligrosas de Juan Carlos I y el papel de Manuel Prado y Colón de Carvajal, su administrador personal durante dos décadas, en la primera parte de su reinado. Un duro relato sobre el rey emérito y su cercano amigo —plagado de relaciones privilegiadas y negocios oscuros— que no gustó en absoluto a Borja Prado, hijo del confidente real y, desde hace siete meses, presidente de Mediaset en España. La serie fue realizada por una productora participada por el grupo propietario de Telecinco y, tras su emisión, Prado manifestó a varios interlocutores que la cadena había cruzado “una línea roja”, según señalan fuentes financieras. Como presidente no ejecutivo, puesto al que llegó el pasado abril tras 17 años de consejero, carecía del poder suficiente para determinar los contenidos. Pero esa situación cambiará el 1 de enero, cuando asuma algunas competencias ejecutivas, entre ellas “labores de apoyo y colaboración a la línea editorial de los programas informativos”. Ya aún antes de esa fecha ha hecho valer su creciente peso en el grupo: Salvar al Rey yla “línea roja” cruzada con una producción de la casa precipitaron la salida de Paolo Vasile, hombre fuerte de Mediaset España durante más de dos décadas. Esa salida fue una verdadera sorpresa; nadie esperaba el adiós precipitado de Vasile.
El nuevo rol de Prado en relación con la línea editorial figura en la comunicación de Mediaset al supervisor bursátil (CNMV) del pasado 10 de noviembre, en la que informaba del reparto del poder tras la salida de Vasile, el todopoderoso consejero delegado, que tras 23 años abandonará la empresa de la familia Berlusconi a finales de año. Cuando se produzcan oficialmente los relevos, las competencias de Vasile se repartirán entre tres consejeros delegados: Alessandro Salem, al frente de los contenidos; Massimo Musolino, encargado de las áreas de gestión y operaciones, y Stefano Sala, al frente de la división publicitaria Publiespaña, cargo que asumió recientemente para intentar reflotar la facturación y diversificar las vías de ingresos de la compañía.
Ese poder troceado da al presidente del grupo en España una preponderancia sin precedentes, que no tenía su antecesor, Alejandro Echevarría, que ocupó el cargo durante 26 años. Prado refuerza su papel y también suma competencias plenas “en materia de relaciones externas e institucionales, asuntos jurídicos y regulatorios, auditoría interna, cumplimiento normativo y responsabilidad social”. Sus retos pasan por mantener la rentabilidad en un mercado cada vez más competido, recuperar la audiencia perdida (Telecinco va por detrás de Antena 3, su archicompetidor) y ganar influencia a través de los informativos, en un año electoral tan intenso como 2023.
Aunque no está previsto que tome decisiones de calado hasta el 1 de enero tras la polvareda levantada con la salida de Vasile, su presencia ya se deja notar en la sede de la televisión, en el distrito madrileño de Fuencarral. Y eso a pesar de que en un homenaje sorpresa de despedida organizado por el presidente de Mediaset el pasado martes, Vasile dejó un aviso a navegantes: “Aquí el que manda soy yo hasta el 31 de diciembre”, dijo a un pequeño grupo de asistentes a la cena, según relata uno de los invitados.
La historia de ese relevo en la cúpula comenzó de facto el 17 de octubre, cuando El Mundo adelantó que el grupo “prescindía” de Vasile. La publicación pilló al directivo italiano por sorpresa. Se produjo, además, el mismo día en
Sus grandes retos: recuperar la audiencia perdida y ganar influencia
El poder acumulado por Vasile en los últimos años ha sido troceado
el que se sometía a una pequeña intervención quirúrgica. El directivo aseguró, tras difundirse la noticia, que no se trataba de una destitución, sino que estaba todo previsto: planeaba anunciar su retiro, con todos los honores, en un consejo de administración previsto pocos días después, el 26 de octubre.
Su idea era prolongar la transición hasta fin de año o incluso hasta la formulación de las cuentas, en el primer trimestre de 2023, según dijo a El PAÍS en una entrevista el 19 de octubre. No le dio tiempo: la noticia había acelerado todos los tiempos. “Alguien ha querido darme un golpe, como una venganza”, dijo Vasile, que en sus últimos discursos en público no deslizó en ningún momento su idea de querer abandonar la compañía de forma inminente.
La serie sobre Juan Carlos I —y el papel destacado en la misma de Prado y Colón de Carvajal— fue el catalizador en esa salida, según revelan varias fuentes consultadas. Aunque ya estaba en marcha la operación para la salida del veterano consejero delegado, Prado manifestó su malestar por el tratamiento de la figura del rey emérito y de su padre en esa serie; y llegó a comentar que a Vasile “le costaría el puesto”. Días después, el periódico de Unidad Editorial (propiedad del grupo italiano Rizzoli) publicó la noticia sobre la salida de su primer ejecutivo. Preguntado al respecto por este periódico, el presidente de Mediaset niega que la serie influyera en la salida de Vasile. No obstante, fuentes cercanas a Telecinco opinan que “sería lógico” que le incomodara por razones obvias: “No deja en buen lugar a su padre”.
La docuserie Salvar al Rey fue grabada en 2021 por la productora Mandarina, participada por Mediaset, pero no ha sido emitida en Telecinco ni en Cuatro. En mayo, el grupo audiovisual informó de su venta a HBO Max. Se estrenó el pasado septiembre y se ha convertido en una de las producciones nacionales de más impacto en la plataforma. El programa incluye testimonios sobre los supuestos negocios del rey emérito y su relación con el empresario Manuel Prado y Colón de Carvajal (fallecido en 2009) y los países del golfo Pérsico. El que fuera ad