A bofetadas con el multiverso
La gala de los Oscar, que se celebra hoy, está marcada por la película favorita, ‘Todo a la vez en todas partes’, y por la sombra de la agresión de Will Smith a Chris Rock. Nadie quiere sorpresas esta vez
Todo a la vez en todas partes es la gran favorita de los Oscar, que se celebran hoy en Los Ángeles. Por la tradición de los galardones, será una sorpresa si gana un título como ese, protagonizado por una familia asiática de viaje por el multiverso. Aunque en el Hollywood del año 1 d. b. (después de la bofetada) las sorpresas ya no son lo que eran. Nadie quiere que se repita un susto como el de la última vez, cuando Will Smith sacudió al cómico Chris Rock por hacer un chiste sobre la alopecia de su esposa, Jada Pinkett. Pero también será difícil que el triunfo de una película tan atípica como la que se perfila como vencedora iguale el sobresalto de 2022.
De momento, el clima de Los Ángeles ha decidido añadir emoción a la cita. La ciudad, y el Estado de California, poco acostumbrada a hablar del tiempo, lleva semanas haciéndolo, y hoy no será una excepción: la lluvia ha entorpecido los preparativos del evento. Además, la Academia ha apostado por otro golpe de efecto: por primera vez en 62 años, la alfombra que pisan las estrellas no será roja, sino de un claro color café con leche. A continuación, una guía práctica para no perderse en la gala.
Tres veces Kimmel. El comediante Jimmy Kimmel repite por tercera vez como presentador. No es una decisión arriesgada. Kimmel juega en casa: es anfitrión del talk show nocturno de la ABC, la cadena propiedad de Disney que transmite la gala cada año para una audiencia menguante. 16,6 millones de espectadores vieron el año pasado cómo CODA (¿se acuerda de ella?) era elegida como mejor película en 2022. Hace solo cinco años, esa cifra superaba cómodamente los 30 millones. Variety, la publicación considerada la biblia del entretenimiento de Los Ángeles, informaba el viernes que la cadena había rebajado el precio de la publicidad para los anunciantes a la espera de llenar los espacios ofrecidos, que a dos días de la emisión seguían sin venderse.
Tanto recaudas, ¿tanto vales? De nuevo, los Oscar pondrán encima de la mesa un debate que entretiene a la industria del cine hace años, pero al que la pandemia ha aportado nuevos argumentos. A los grandes estudios y las compañías de exhibición les gustaría ver cómo triunfa una película como Top Gun: Maverick, señalada como la responsable de llevar de vuelta a las salas a los espectadores. Pese a que recaudó cerca de 1.500 millones de dólares (unos 1.400 millones de euros) en todo el mundo, es poco probable que salga como triunfadora. También está nominada la segunda parte de Avatar, que ha cosechado una taquilla de 2.300 millones de dólares (unos 2.160 millones de euros).
Todo más modesto, pero en todos los premios. Si sirve la lectura de los posos del té que brindan los gremios de productores, actores, escritores y directores, los cuatro más poderosos de Hollywood, el honor de la mejor película será para Todo a la vez en todas partes, que se convirtió en la primera para su estudio en superar la barrera de los 100 millones de dólares (casi 94 millones de euros) en taquilla y está nominada a 11 estatuillas. El triunfo del filme dirigido por los Daniels (tándem creativo formado por Daniel Kwan y Daniel Scheinert) daría a la generación Z su primera victoria en unos premios de la Academia que necesitan rejuvenecerse para recuperar algo de la influencia perdida en las últimas ediciones.
Y el Oscar es para... la generación Z. Para llegar a esos nuevos públicos, la Academia ha reforzado su presencia en redes sociales, con decisiones como poner a disposición de los usuarios de manera casi simultánea los vídeos de los discursos de agradecimiento de los premiados en las seis categorías más importantes, listos para ser compartidos en Instagram, TikTok o Facebook. También se subirán de inmediato a Twitter.
Duelo de actrices. Hay que remontarse 21 años atrás para encontrar a una ganadora del premio a mejor actriz que no sea blanca: Halle Berry por Monster’s Ball. La larga sequía podría llegar a su fin si los miembros de la Academia optan por Michelle Yeoh, la protagonista de Todo a la vez en todas partes. Su triunfo no sería una sorpresa. La actriz, toda una institución en el cine de artes marciales, ganó el premio de los actores, lo que la convirtió en la primera mujer asiática en lograrlo. Yeoh tendría que derrotar a la gran favorita, Cate Blanchett, que da vida a una di
rectora de orquesta en Tár. Blanchett ganó el Bafta por su actuación. Hay quienes piensan que juega en su contra que ya tiene otros dos premios Oscar. Yeoh ni siquiera fue nominada por Tigre
y dragón (Ang Lee, 2000).
La categoría más abierta. Esa es la de mejor actriz de reparto. Con 64 años, Jamie Lee Curtis, hija de dos leyendas del cine como Janet Leigh y Tony Curtis, ha recibido su primera nominación por interpretar a una amarga funcionaria de la oficina de impuestos que vive un tórrido romance en uno de los universos propuestos por los Daniels. Stephanie Hsu compite en la misma categoría por la misma película. También lo hace Kerry Condon por Almas en pena en Inisherin. Además, está otra veterana, Angela Bassett, una actriz de extensa trayectoria, nominada por segunda vez en su vida. Es por su papel en la segunda entrega de Black Panther: Wakanda Forever. Gracias a eso, los estudios Marvel han roto una marca particular, que de eso trata el cine últimamente, cada vez más cercano al olimpismo: por primera vez optan a uno de los cuatro grandes premios de actuación.
¿Y si el Oscar habla alemán?
Netflix, el gigante del streaming, suma 16 nominaciones. Nueve son de Sin Novedad en el frente, que, pese a estar rodada en alemán, opta también a la categoría de mejor película a secas. Está basada en el clásico de la literatura antibelicista de Erich Maria Remarque, veterano de la I Guerra Mundial. ¿Demasiadas sutilezas para los tiempos que corren? Puede ser. Lo cierto es que pocas obras de las que compiten han tenido una campaña tan poderosa. Netflix cobijó con fuerza el crudo drama de las trincheras de la Gran Guerra, que concursa también como película internacional. Hay una regla no escrita en Hollywood que dice que cuando un filme repite en las dos categorías, se lleva la segunda, el premio de consolación. De ser así, derrotaría a la ganadora del Globo de Oro, Argentina, 1985, de Santiago Mitre, protagonizada por Ricardo Darín y apoyada por Amazon.