“He sido yo quien ha usado a los hombres como objetos sexuales”
Elena Anna Staller (Budapest, 71 años) suena tan sensual como hace 50 años, cuando debutó en el
show business italiano presentando el programa de radio erótico
Voulez-vous coucher avec moi? Se
dirigía a sus oyentes como cicciolini, que podría traducirse como “queridísimos”, pero también como “gorditos” o “cerditos”. Así surgió su propio apodo, con el que se hizo famosa en el mundo. Cicciolina lo ha sido todo: modelo, espía, locutora, estrella del porno, cantante, bailarina, diputada italiana, musa del artista Jeff Koons, icono gay y referente de la cultura pop. Hace unas semanas, asistió al desfile de Bottega Veneta en Milán, donde opacó a invitados VIP como François-Henri Pinault, propietario de la firma, y su mujer, Salma Hayek, confirmando que su aura de leyenda está intacta y que el mito erótico sigue vivo. “No me arrepiento de nada, aunque tal vez en otra vida sería más inteligente”, dice al teléfono.
En los ochenta y noventa fue la actriz porno mejor pagada. El 14 de junio de 1987 fue elegida diputada en la 10ª legislatura del Parlamento italiano por el Partido Radical, una formación de izquierdas con raíces antifascistas. La victoria electoral llegó cuando estaba en la cima de su carrera. Hay una fotografía que resume ese momento: se la ve celebrando su triunfo político en las calles de Roma rodeada de hombres que la miran lascivamente, le tocan los pechos y la besan. Volviendo la vista atrás, no siente que haya sido tratada como un objeto: “Me he sentido feminista porque he usado el sexo como un juego y en todo caso he sido yo quien ha usado a los hombres como objetos sexuales”. Minutos después admite: “Lo peor de mi carrera ha sido que algunos hombres solo me han usado para sus negocios, para hacerse ricos. Qué triste”. Se refiere a su exmarido, Jeff Koons, que hizo parte de su fama y fortuna creando una serie de fotografías artísticas en clave kitsch que captaban su intimidad.
Ahora está buscando un productor para rodar la película sobre su vida, que no es fácil de contar. De niña sufrió abusos sexuales de su padrastro. A los 18, mientras trabajaba como camarera en su país natal, los servicios secretos la captaron para que espiara a empresarios y políticos estadounidenses. “Fue durante un tiempo breve, pero el riesgo para mí fue grande”, apunta. A los 28 debutó en la televisión bailando y cantando en la Rai 2 solo con unos velos —sus pechos fueron los primeros en ser mostrados en directo en la televisión italiana—, y con 31 se inició en el porno duro.
La vida de Cicciolina está llena de contradicciones. Construyó su imagen de reina del sexo recurriendo a un imaginario infantil. Siempre ha sido defensora de las libertades sexuales, pero se muestra tolerante con la primera ministra Giorgia Meloni y Hermanos de Italia, un partido que está en contra del aborto y el matrimonio igualitario. Se define como feminista, aunque le cuesta reconocer la explotación sexual y laboral que sufren muchas mujeres en la industria de la pornografía.
Pregunta. ¿Usted conoció el lado oscuro del negocio?
Respuesta. En la industria del porno no existe la coacción. Eres libre de usar tu cuerpo. Yo no he visto el lado oscuro. Mis películas porno volaban de las estanterías, eran hermosas. Nunca hubo cabida para la prostitución. Si una mujer quiere prostituirse, lo hace al margen del cine porno. P. ¿Volvería al negocio? R. Me retiré del cine porno en 1989. Por un millón de euros podría pensar en hacer una nueva película porno o erótica, al estilo de Lady Chatterley.
P. Ha habido mucha controversia en Italia sobre la pensión vitalicia que cobra por haber sido diputada. ¿Todavía la recibe?
R. Fui diputada cinco años, de 1987 a 1992, y estoy orgullosa de los proyectos de ley que presenté. La cobro por ley. Es una controversia inútil. [Luego enviará una lista de sus proyectos de ley, incluido uno para regular la prostitución, otro para introducir la educación sexual en las escuelas, una tasa ecológica para los coches, y la creación de “parques y hoteles para el amor”].
P. Usted fue pionera en la defensa del matrimonio igualitario. ¿No cree que Italia sigue siendo muy conservadora?
R. Estoy a favor de la libertad sexual. Desafortunadamente, todavía hay una pequeña minoría que ofende a los gais en la calle, pero es solo eso, una pequeña minoría. Lamentablemente, todavía hay homofobia, pero los tiempos están cambiando.
P. Antes de la guerra del Golfo, ofreció a Saddam Husein tener relaciones sexuales con él a cambio de la paz en la región. En abril de 2006 le hizo una oferta similar a Osama bin Laden. ¿Se lo propondría a Vladímir Putin para poner fin a la guerra en Ucrania?
R. Mi lema es Peace, love, no
war (paz, amor, no a la guerra). Si Putin firma un acuerdo de paz, le ofrezco una noche de sexo.
P. Hablando de guerras, libró una larga batalla legal contra su exmarido por la custodia de su hijo. ¿Perdió mucho dinero?
R. Gasté millones de euros en honorarios legales para mantener a mi hijo, Ludwig Koons, a mi lado. Contraté a un muy buen letrado, y gané varias demandas. Koons no me paga la manutención de exesposa. Y eso que en 1993 la justicia italiana falló que debía pagarme 7.000 euros al mes. Es una vergüenza. Lo he hecho famoso en todo el mundo y se comporta así, con esa maldad. Se ha hecho rico con las fotografías donde tengo sexo con él, pero nunca pagó por los derechos de imagen de Cicciolina.
P. ¿Se arrepiente de algo? R. Si volviera a nacer, evitaría casarme con una persona que en casa me trataba mal.
P. ¿Quién fue el hombre de su vida?
R. Sigo en la búsqueda. P. ¿Aún le interesa el sexo? R. Amo el sexo y la sexualidad. P. ¿Qué opina de OnlyFans? R. Lo encuentro muy interesante. Me han contado que las chicas que trabajan activamente ganan más de 250.000 euros al año. Me parece un gran negocio.
P. ¿El personaje de Cicciolina se ha comido a Elena Anna Staller?
R. Me encanta mi personaje. Lo creé con amor. Amo la vida, amo a la gente, amo la naturaleza... Soy animalista, estoy en contra de la experimentación con animales vivos y de la energía nuclear. ¡Amo el mundo!
“Por un millón de euros podría pensar en hacer otra película porno”
“Jeff Koons no me paga la manutención de exesposa. Es una vergüenza”