Una familia entera responde por el homicidio de un joven de una puñalada en el corazón

Dos hermanos y sus padres son vinculados con la muerte de Sergio B. en 2020 en Madrid

Julio de 2020. Una nueva familia acababa de llegar al municipio madrileño de Ambite (662 habitantes). Padre, madre y dos hijos. Él trabajaba como camionero y necesitaban una casa en la zona. El jefe de la empresa le comentó a Carlos, un vecino del pueblo, la situación. Sabía que tenía una casa vacía en el centro. Finalmente, se la alquiló. Apenas llevaban un mes instalados cuando en la plaza del pueblo se formó un tumulto tremendo. Gritos, llantos, bronca. Acababan de matar de una puñalada en el pecho a Sergio B., el sobrino de Carlos. El hombre tuvo que acompañar a los guardias civiles al piso en el que tenía alquilada a esa familia recién llegada. Todos los vecinos les apuntaban como los autores del crimen.

Casi tres años después, la familia responde ante la justicia por ese homicidio. El hermano pequeño, Alejandro, ya fue juzgado en un proceso aparte como menor de edad y condenado a internamiento en un centro de menores. El mayor, Donizete, y la madre, Sandra, han compartido sala de vistas desde finales de febrero y el padre, Óscar, se suicidó poco después de que le concedieran la libertad tras haber permanecido un tiempo en prisión provisional.

Según la Fiscalía, los dos hermanos discutieron con un grupo de jóvenes del pueblo en una peña en la noche del 20 de agosto. A continuación, subieron a su casa y volvieron a bajar con un cuchillo en cada mano acompañados de sus padres. El escrito del ministerio público recoge que la madre gritaba: “Esto en mi país se soluciona con cuchillos”. Sergio, de 26 años, tuvo la mala suerte de cruzarse en el camino de la familia y fue agredido. Perdió la vida en el sofá de la peña, con los sanitarios del 112 intentando salvársela.

“Le han dado una puñalada en el corazón, es muy difícil llegar ahí”, le dijo uno de los médicos a los padres de Sergio que, alertados por los gritos y la llamada de sus familiares, acudieron al lugar del crimen. Ellos y la hermana, Sara B., revivieron en el juicio esa noche fatal. Sara contó que estaba en Madrid y sus familiares la llamaron para decirle que tenía que ir inmediatamente a Ambite, sin entrar en detalles. “Yo no soy creyente, pero esos 40 minutos de trayecto fui rezando y pidiendo que a mi hermano no le hubiera pasado nada”, relató la joven. Cuando llegó al municipio, recuerda haber visto a “todo el pueblo” en la plaza y se confirmó lo peor. “El único consuelo es saber que murió rodeado por la gente que le quería”, afirmó.

Unas imágenes de móvil muestran a los dos hermanos armados y acompañados de sus padres. Según un testigo, el hermano menor había tenido un encontronazo con una chica del pueblo el día anterior al crimen. Parecía solucionado, pero el enfrentamiento resurgió esa noche. Sergio no estaba involucrado en ese malentendido, pero trató de poner paz, con un resultado letal.

La Fiscalía pide 15 años para el hijo mayor, como autor de un homicidio, y nueve para la madre, a la que considera inductora del delito. Han permanecido unidos en el banquillo. Es responsabilidad de los nueve miembros del jurado popular determinar si también estarán juntos en la condena.