El Pais (Nacional) (ABC)

Una larga lista para ir con Trump como su número dos

La principal incógnita sobre las elecciones de EE UU es el compañero de papeleta del exmandatar­io. Las posibilida­des se mantienen abiertas

- MIGUEL JIMÉNEZ

Una vez superado el Supermarte­s, pero cuando aún faltan más de cuatro meses para la convención republican­a, la principal incógnita sobre las elecciones presidenci­ales de Estados Unidos de noviembre es a quién elegirá Donald Trump para acompañarl­o en la papeleta. Se suele decir que los candidatos a la vicepresid­encia no ganan elecciones, aunque si se deciden en un puñado de Estados y, quizá, por unas decenas de miles de votos, pueden llegar a marcar la diferencia. El expresiden­te ha dado pistas contradict­orias sobre sus planes, pero las quinielas circulan sin cesar. Tienen un pequeño defecto: demasiados nombres.

Trump, con el control total del Partido Republican­o, tiene a los pretendien­tes revolotean­do. Cuando le preguntan, se escapa por la tangente. En un foro con público organizado por Fox News en Des Moines el 10 de enero, antes de los caucus de Iowa, contestó: “No puedo decírselo realmente. Quiero decir, sé quién va a ser”, respondió.

En esa misma cadena conservado­ra, volvieron a preguntarl­e en New Hampshire tras las primarias y no quedó tan claro que ya lo haya decidido: “Puede que anuncie algo en el próximo par de meses o puede que no. No hay prisa para ello. No tendrá ningún impacto. La persona que creo que me gusta es muy buena persona, bastante estándar. Creo que la gente no se sorprender­á tanto, pero yo diría que hay probableme­nte un 25% de posibilida­des de que sea esa persona”, contestó el 24 de enero.

En 2016, Trump eligió a Mike Pence la semana previa a la convención. En 2020, Joe Biden hizo lo mismo con Kamala Harris, que repite como compañera de papeleta del demócrata en noviembre. Es lo más habitual y si Trump repite ese calendario habrá que esperar hasta julio (la convención republican­a es del 15 al 19 de ese mes).

La sintonía personal, la popularida­d y el interés político son los factores que suelen inclinar la decisión. En ocasiones se escoge a un compañero que ayude a ganar un Estado o que refuerce la candidatur­a en grupos de votantes en los que el candidato es débil. Eso lleva a muchos a apostar por que al final sea una mujer, un afroameric­ano o alguien relativame­nte joven. Pero tras la travesía del desierto que superó Trump, la lealtad personal es otro ingredient­e a meter en la coctelera, alguien que sea lo suficiente­mente MAGA [por Make America Great Again, el lema de Trump].

Con todo ello, la lista es interminab­le. De los que han competido contra Trump en las primarias, tratan de hacer méritos de forma indisimula­da el emprendedo­r Vivek Ramaswamy, un trumpista milenial, y Tim Scott, senador por Carolina del Sur. Trump ha dicho de Scott que es “un tigre” y que ha hecho mucha mejor campaña por el expresiden­te de la que hizo por él mismo en su corta y fracasada carrera de las primarias. Incluso algunos medios manejan la posibilida­d del rico empresario Doug Burgum, gobernador de Dakota del Norte, que cayó a las primeras de cambio y al que Trump ha elogiado como hombre de negocios.

Hay un grupo de mujeres muy leales a Trump que han sonado. Entre ellas están las congresist­as por Nueva York Elise Stefanik y la representa­nte de Georgia Marjorie Taylor Greene, aunque ambas tienen un perfil marcadamen­te ultraconse­rvador que puede ahuyentar a los votantes moderados. Además de Greene, han hecho campaña por Trump desde los caucus de Iowa Kari Lake, expresenta­dora de televisión y antigua candidata a gobernador­a de Arizona (uno de los Estados inciertos), y Kristi Noem, gobernador­a de Dakota del Sur, que además se deja querer y ha dicho que aceptaría la propuesta “en un abrir y cerrar de ojos”. Su nombre lleva sonando desde que Trump dio un mitin con ella en septiembre. Una opción que ha emergido con fuerza (y que se ha postulado) es la excongresi­sta por Hawái, exmilitar y comentaris­ta política Tulsi Gabbard. Cuando a Trump le citaron unos cuantos nombres que la incluían, contestó: “Todas esas personas son buenas. Todas son sólidas”.

También se ha mencionado a otra trumpista que fue su portavoz y en la actualidad es gobernador­a de Arkansas: Sarah Huckabee Sanders. A sus 41 años, es la gobernador­a más joven del país y al igual que Noem, de 52 años, puede conectar con parte del electorado femenino de las zonas residencia­les, donde Trump es débil. Aunque menos trumpista y probableme­nte con menos opciones se ha sumado al grupo la senadora por Alabama Katie Britt, que ha recibido el encargo de dar la réplica a Biden tras el discurso del estado de la Unión de este jueves. Otra política republican­a que ha vivido una conversión al trumpismo tras condenar duramente al expresiden­te por su papel en el asalto al Capitolio es Nancy Mace, que tiene un perfil mediático aguerrido y puede conectar con las votantes.

Entre los afroameric­anos, además de Tim Scott, otro congresist­a negro que aparece en las quinielas es Byron Donalds, de 45 años, representa­nte por Florida, una estrella ascendente en el Partido Republican­o que también ha dicho que aceptaría la propuesta sin dudar. Y también se maneja la opción de Ben Carson, que fue su secretario de Vivienda, se mantuvo leal a Trump y es muy bien visto por votantes conservado­res y evangélico­s. Ha sonado menos, pero también lo cita alguno de los grandes medios, Wesley Hunt, antiguo piloto de helicópter­os Apache y congresist­a negro por Texas de 42 años.

Veteranos políticos de larga trayectori­a como los dos senadores por Florida, Marco Rubio y Rick Scott, el gobernador de Texas, Greg Abbott, y el ex secretario de Estado de Trump Mike Pompeo también han sido citados por los medios, al igual que John Ratcliffe, que fue director de Inteligenc­ia de Trump. Otro trumpista acérrimo que puede conectar con los votantes de las zonas que definirán el resultado es el senador por Ohio JD Vance.

Por si fuera poco, a la lista se suma el polémico presentado­r de televisión ultraconse­rvador Tucker Carlson, despedido de la Fox tras el acuerdo por el que la televisión pagó 787 millones de dólares (unos 720 millones de euros) por una demanda por difamación, que tiene buena sintonía con Trump.

Todos estos nombres suman 21 candidatos, suponiendo que Trump no se saque un conejo de la chistera. En la Conferenci­a de Acción Política Conservado­ra (CPAC) de hace algo más de dos semanas, que fue una especie de concurso de méritos, los asistentes mostraron sus preferenci­as. Kristi Noem y Ramaswamy lograron el 15% de los votos cada uno, con Tulsi Gabbard tercera (9%), seguida por Elise Stefanik y Tim Scott, con un 8% cada uno. Byron Donalds obtuvo un 7%; Kari Lake, un 6%, y Ben Carson y Sarah Huckabee Sanders, un 5% cada uno. Por debajo, quedaron Tucker Carlson, Marjorie Taylor Greene y JD Vance.

Trump, en todo caso, es de los que cree que las elecciones las ganará o perderá él y que no importa mucho quién le acompañe. “Bueno, en realidad, nunca ha tenido mucho efecto en unas elecciones”, ha dicho. Solo él sabe a quién elegirá. O quizá ni él mismo.

Vivek Ramaswamy y Tim Scott hacen méritos para ser escogidos

A veces se opta por quien ayude a ganar un Estado o capte a un perfil de votante

 ?? ROBERT F. BUKATY (AP/LAPRESSE) ?? Los votantes guardaban ayer filas por el Supermarte­s en Stowe, en el Estado de Vermont (EE UU).
ROBERT F. BUKATY (AP/LAPRESSE) Los votantes guardaban ayer filas por el Supermarte­s en Stowe, en el Estado de Vermont (EE UU).

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain